sábado, 24 de julio de 2010

Margot la remendona de Fougeret de Montbron

Se trata de uno de los clásicos de la literatura erótica, un libro editado en 1750, el siglo de los libertinos (ja,ja). Fougeret de Montbron es de lectura divertida, cuando lo lees no creerías que es contemporáneo a Diderot o Crébillon, porque su lectura es fácil, ágil y entretenida.

Yo soy de la idea que la buena literatura erótica debería tener un fuerte componente cómico. Margot la remendona es medio cómica y medio divertida, además de medio explícita. ¿Porqué medio? porque sólo la primer mitad me gustó, a pesar de estar escrita como novela corta, sin división de capítulos, es muy notoria la línea que divide la obra en dos, como si hubiera sido escrita en dos partes o por dos autores.

En la primer parte, comenzamos con una niña de 13 años, cuya madre es remendona de medias y calzones en París, además de ser lujuriosa y desobligada. Enseña a Margot a trabajar, y una vez entrenada, se desentiende de ella y comienza a pedirle que trabaje por ella y su padre (La obra tiene la particularidad de que se trata de una inocente virgen que no es huérfana, como la típica historia erótica)

Margot, convertida en mujer ante la exigencia de sus padres, comienza a ganar dinero y aprende a gastarlo, ya que había heredado la liviandad de su madre. Se enrolla con un muchacho algo mayor, desobligado y vividor que la ayuda a desprenderse de esas comezones que tenía.

Un día, desesperada ante el abandono de su galán y el regaño de sus progenitores, reniega de sus padres y huye. Se va a caminar por París en donde la típica alcahueta la encuentra, le promete prosperidad y se la lleva a vivir a su burdel.

En el burdel, hay una divertidísima escena donde las putas se agarran a puñetazos, casi me muero de la risa. Como Margot no era virgen, tienen que corregirle su virginidad antes de venderla, así que le dan unas aguas milagrosas entes de venderle sus primicias a un juez.

El juez no toma dichas "primicias", ya que en cuanto la inocente niña se descuida, ya la tiene enculada hasta el mango. Total, enculada y todo, la historia termina bien porque recibe una estupenda propina. El siguiente cliente que describe es un hombre a quien masturba a toda prisa, se viene y se va..........así de fácil es ganar unos centavos a veces.

El colmo es cuando llega un batallón de 30 soldados borrachos, y ante la falta de personal en ese rato, se despacha a los 30 en dos horas. Ese día renuncia al burdel y se va a trabajar por su cuenta, prometiendo volver cuando la madame necesitara de sus servicios.

Estando por su cuenta en el barrio de las prostitutas, pronto atrae la atención y la envidia de las menos afortunadas damas, quienes con malquerencia le hacen escándalo, aunado a un problema con un cliente, va a dar a un hospital para curarse de una sífilis que no tenía.

Después de un mes, sale del hospital con la ayuda de el juez enculador (no todo el que te mete el pito por el culo te quiere perjudicar) y comienza una carrera como modelo de pintores.

Luego se va a vivir con un soldado celoso, que en una cómica escena atrae la atención de la policía, lo que obliga a Margot a hiur nuevamente. Llega a pedir la ayuda de un sacerdote mujeriego, borracho y ladrón, quien con gran comprensión la acoge y se la coge después de ponerse una borrachera muy sabrosa.

El padrecito trata de ponerla a buen resguardo llevándola a vivir con una ex-amante, con tan buena suerte que al día siguiente muere y ella queda libre nuevamente sin quien le ofrezca mantenimiento y manutención.

Aquí hay un dato curioso: El accidente donde muere el mecenas de Margot, realmente sucedió....en dicho accidente murió el mecenas de Montbron, entonces se deja traslucir ¿que?......¿Acaso se trata de una historia velada de la vida del escritor?

Bueno, la rolliza ex-amante del sacerdote, tiene tratos con un fraile que es una maravilla; tiene una verga descomunal, es tremendo para el deporte de los piquetes y tiene buenas relaciones sociales, entonces, después de armar unas escenas de vouyerismo-exhibicionismo y descargarle todas las municiones a las chicas, la ayuda a entrar como bailarina de la ópera (previo pago con cuerpomático a un par de representantes de estrellas)

En lo mas recio de la operación, Mme. Thomas aullaba y renegaba como una posesa. El exceso de placer la enfurecía tanto como hubiera podido hacerlo el dolor mas agudo. Sin embargo, a intervalos se calmaba. -¡Ay mocilla mia! Exclamaba con voz entrecortada por los suspiros -¡Detente, que me muero! ¡Cómo te quiero gatito mio! ¡Qué bien lo haces! Adelante, corazón, joya de mi alma…¡Ay maldito! ¡Hijo puta! ¡Perro! ¡Bujarrón! … estas reventándome … ¿no acabaras de una vez? pérdón mi dulce amigo, perdóname … no puedo mas.
Confieso que no tuve fuerzas para ver con sangre fría tan lujuriosa escena . Queria utilizar el delgado recurso de mi dedo índice para aliviarme cuando vi un trozo de cirio en una desvencijada mesilla. Lo empujé con rabia y me lo introduje lo mas hondo que pude con los ojos clavados en mis dos actores. Si no apagué el fuego que me devoraba, el menos lo calmé en parte.

Aquí hay un brusco cambio en la lectura. La Margot de la primer parte es una tunante y una charlatana, que toma la vida con humor y siempre trata de ver lo mejor de las personas. Ante la adversidad sigue adelante con una visión optimista.

En la segunda parte, Margot es una bailarina profesional y "mantenida" profesional, que se jacta de exprimir a sus amantes, de engañarlos y de aparentar; odia a los hombres que la mantienen y expone sus peores defectos al lector.

La segunda parte es una crítica de la burguesía, de la aristocracia, del clero y de los banqueros. Ni siquiera los campesinos llevados a la ciudad como criados se escapan. En mi opinión, es un final bastante misógino para una novelita que comienza muy bien. Si mi opinión importara, diría que es un final aburrido. Si me gustara leer cosas aburridas leería éste blog, y ya ven que no lo hago.

En la primer parte, la descripción de un clérigo es así:

Cierto, no sin motivo se elogian los talentos de esos comesopas de agua bendita, comparados con otros, hasta los más mundanos son unos mirmidones.

En la segunda parte, se expresa así de un cura al que le contagió la sífilis intencionalmente porque no le agradaba:

Confieso en honor suyo que ningún eclesiástico ha desmentido nunca el proberbio que dice "tacaño como un cura"....
Sirva eso de lección a los eclesiásticos, y les entere que las desgracias, el oprobio y el desprecio son de ordinario la recompensa de su escandalosa conducta.

Tal como en Cora Pearl o en Aretino, las prostitutas tienen una etapa de ninfomanía donde alaban a sus amantes, y luego una etapa de bonanza económica donde se burlan y los desprecian.

Al final, Margot contrae una enfermedad de melancolía por exceso de placeres, renuncia a su vida como prostituta y trae a su madre a vivir con ella, su padre estaba perdido o muerto, así que la historia termina abruptamente cuando ella renuncia al sexo para siempre.

 

Perversógrafo: sexo vaginal, anal, masturbación, juguetes, anticlericalismo, vouyerismo, exhibicionismo, socratismo, flagelación activa y pasiva.

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