martes, 3 de agosto de 2010

Amor Burgués de Vicente Muñoz Puelles

Encontré este librito de la colección "la sonrisa vertical" con un descuento del 80% en una de mis librerías favoritas, así que no lo podía dejar pasar. No recordaba que se trataba del mismo autor de La curvatura del empeine, libro orgásmico como el que más.

En mis vacaciones, buscaba un libro con tres características: interesante, ligero de cargar y cuyo título no llamara demasiado la atención.....súper.

Tenemos la historia de un hombre que fué encontrado desnudo y golpeado en el laberinto de una ciudad minoica antigua, aparentemente enloquecido y hablando un dialecto desconocido por todos. Hacen referencia al indescifrado Lineal A griego.

En un brinco atrás, ya estamos escuchando la historia de un personaje llamado R., quien es un jóven de 30 años, solitario, virgen (en algún sentido del término) y obsesionado con la masturbación y los amores de antaño.

Un profesor políglota, de una inteligencia superior y con un amor por los animales que raya en lo zoofílico, tiene una impotencia sexual que sólo se le cura ocasionalmente viendo o imaginando copular a los animales. Un profesor con un profundo interés por la cultura minoica, sus ancestrales ritos, y por los escritos indescifrados de esas culturas. Un jóven de vacaciones, aprovechando para visitar ciudades griegas en compañía de antiguos amores.

A medida que transcurre la historia, nos van presentando fragmentos de sus escritos eróticos; una colección variopinta de sus fantasías sexuales que nos permite conocer sus inseguridades y sus obsesiones.

Imaginó que era un caballo y que, abandonando su funda, la verga se le empinaba hasta ponerse totalmente erecta y le golpeaba el vientre con la intermitencia de los latidos, y ella se arremangaba la falda y con dedos tentaculares se colocaba el negro pene como un obús entre los muslos, y que su crica se abría totalmente roja y húmeda como una granada, y se convulsionaba con el roce, jadeando como una campana o una gaviota, epiléptica, ahora su delta  era un río en plena crecida, la súbita contracción del vientre antes del clímax, piel de tambor, y ella se corría un vez y luego otra, mientras el mango rígido como un candelabro pero más grueso se deslizaba aguanoso e hinchado como un domo y frotaba, resbalaba, buceaba, un puñado de sangre tras la inminente culminación, pero ella era ahora una yegua, sus muslos un cálido estuche guardado entre grupas, y creyó oír un loco relincho al eyacular como un geyser, denso y abndante.
Después, fuera ya del lecho, él sucitó el tema:
-¿No te gustaría copular con un animal?
Ella le miró, los ojos aún brillantes, para averiguar si hablaba en serio. Nunca estaba seura con él.
-Me daría asco - respondió finalmente - No entiendo cómo se puede llegar a eso.
-¿Ni siquiera con un caballo?
-¡Qué cosas tienes!

En un viaje a Grecia, se reencuentra con amores pasados, quienes aún lo aman pero saben de sus problemas, R. nos cuenta su vida desde su más tiernas masturbaciones infantiles, pasando por todas sus decepciones amorosas. Sus estudios, sus intereses (infantiles para su edad) y sus escritos.

Tenemos al menos tres tristes historias de amor: la primera es con una prima, quien después de ser su compañera de juegos, aventuras y descubrimientos científicos, despierta a la adolescencia y lo ignora y humilla ante su inmadurez. La segunda se trata de ese amor de toda la vida, a quien no ha podido retener. Un amor que comienza en la infancia y en realidad nunca termina. Al no ser él apto para el sexo penetrativo, y ante sus inmadureces e inseguridaes, la pierde una y otra vez a lo largo se su vida. La tercera, es de esos amores libres que hacen daño y duelen. Una relación tormentosa que no le hace bien y que lo intoxica y lo orilla en su impotencia sexual.

R. parece ser un hombre interesante, creo que se lleva a la cama a la mitad de las mujeres de Europa, pero nunca las puede retener al sólo poder tener con ellas sexo oral, y algunas veces ni eso. En realidad no las puede retener por sus inseguridades e inmadurez, pero él cree que eso le hará ser mejor escritor.

Un día, R. se rinde, se convierte en un profesor frustrado y amargado, asexual y solitario ante la huida o matrimonio de amigas y amigos, la muerte de su padre e incluso la pérdida del permiso para experimentar con sus amados animales.

En el capítulo final, brincamos unos años, lo encontramos nuevamente solitario en Knossos, recordando su vida. Comienza a recapitular la historia de la tauromaquia, desde el salto del uro minoico, hasta las corridas modernas de toros. En esa ensoñación se duerme y en su vigilia recuerda cómo se inició el alfabeto, que algunas letras simbolizan uros y que los ritos minoicos de entierro de muertos son escalofriantes. Descubre el verdadero significado del lineal A: "en el subsuelo se esconden quienes aman a los animales"

Al dia siguiente se escabulle a las ruinas en la noche, y va bajando cada vez más por el laberinto de los sótanos hasta que escucha voces y llega a un lugar secreto: la sala donde híbridos de toros y vacas con humanos se encuentran; son los antepasados minoicos y el fruto de los ritos de copulación con animales. Descubre a una mujer muy parecida a Hator, mitad mujer y mitad vaca y tiene una erección. Y por primera vez puede penetrar una mujer.

Para mí, fué un libro triste, no puedo evitar verme en ese espejo y pensar que esa persona pude haber sido yo de no haber tenido la suerte de madurar. El libro me llegó por el lado emocional, en demérito de su intenso lado erótico en las fantasías de R. Quizás alguien más que lo lea pueda parecerle más excitante, pero para mí fué doloroso leerlo.



Perversógrafo: sexo vaginal, zoofilia, masturbación, sexo oral, anal.


el dibujo es de Paco Calderón



Amor burgués
Muñoz Puelles, Vicente
Junio 1982
La Sonrisa Vertical SV 24
ISBN: 978-84-7223-332-4
192 pág.

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