sábado, 31 de diciembre de 2011

Sonetos Lujuriosos de Pietro Aretino Parte 5



Soneto XI
-Abrete bien de piernas, que aprisiones
tu coño en la cara y tu culo hermoso.
Paraíso el que procura tu pozo,
coño que libera el alma y las pasiones.

Mientras yo te contemplo, ahí me llega
repentino, de besarte el capricho,
y me parece ser más bello que Narciso
en el espejo, que a mi polla alegra.

- En la tierra y en la cama corrompidos.
Te estoy viendo, putona, y si te cojo
dos costillas del pecho yo te rompo.

-Pues me cago en ti, vieja renuente,
Que por este placer pluscuamperfecto
en un pozo entraría sin perderme.

No hay abeja tan golosa de la flor
como yo del noble carajo,
y aún sin catarlo, por mirarlo me empapo.



Soneto XII
-Marte, haragán descontrolado,
no se yace así sobre una dama,
ni a Venus a ciegas en la cama,
con tanta furia y sin discreción dando.

-Yo no soy Marte, sino Ercol Rangone,
y a vos os follo, que sois Ángela Greca;
y si aquí conmigo el laúd tuviera,
mientras follo una canción os tañera,

y vos, señora mía, dulce consorte,
en el coño haríais bailar mi verga
meneando el culo y presionando fuerte.

- Sí, señor, al joder con vos me corro,
pero temo que amor me dé la muerte
con vuestras armas, pues es niño y loco.

-Cupido es mi muchacho
e hijo vuestro, y mis armas cuida para
a ti, diosa ociosa, consagrarlas.



martes, 27 de diciembre de 2011

Técnicas de masturbación de Mark Emme

Campaña contra la masturbación en América
La gula es mi segundo pecado favorito, en navideñas épocas mi país se vuelve un paraíso para la gente como yo. Pero hoy no les voy a hablar de la gula.

La lujuria ha sido sobre-satanizada por las culturas occidentales. La mayor parte de las actividades lujuriosas son tan inocentes que apenas podemos hablar de que causen daño. Y es que podemos pensar en las prácticas solitarias, las no tan solitarias y las  multitudinarias.

Al grano; de la masturbación, el mayor daño físico que  puede causar en los hombres es que, al ser una actividad egoísta y usualmente solitaria, puede hacer que no aprendamos a controlarnos y aprendamos a eyacular precozmente. Pero esto no es una consecuencia de la masturbación, sino solo de una mala técnica de masturbación.........¿Quién te enseñó a masturbarte?

Aquí tenemos un libro escrito por un profesional; "Técnicas de masturbación masculina" de Mark Emme, seudónimo del autor francés Christian Boisson-Jacob, quien en co-autoría con su esposa ha publicado algunos magníficos manuales.

Póster de la campaña en Japón
Este libro debería ser de texto en la secundaria. El libro está dividido en tres partes:


Para vencer las dificultades de erección
Masturbación prolongada
           masturbación seca
           masturbación lubricada
Eyaculación controlada

Como pueden imaginar, si bien se trata de un texto que da ejercicios prácticos para controlar la erección, para hacer más durable la experiencia y para controlar al cuerpo mediante la relajación; en le mediano plazo se trata de una técnica de control de la sexualidad valiosísima en la vida íntima de cualquier adulto.

Yo no creo que la masturbación sea mala por sí misma, mientras no haga daño a nadie, pero sí creo que todos deberían aprender a masturbarse correctamente.



EJERCICIO 13
El ejercicio que ahora se presenta es del mismo tipo de los precedentes; permite, con la condición de estar en un estado particular, obtener una erección total sin hacer que intervengan las manos.
Dicho esto, conviene aclarar que no se trata de imaginarse manco o de exagerar la importancia que tiene lo cerebral, ya que el pene no se levanta mediante órdenes a distancia. Hace falta, pues, que resulte estimulado indirectamente haciendo intervenir paralelamente las manos sobre otras partes del cuerpo, precisamente sobre las zonas erógenas secundarias, pero de especial importancia, es decir, los senos y el ano.
Campaña contra la masturbación en Europa
Comienza así este ejercicio: acuéstate sobre el dorso, con la pierna izquierda distendida y la derecha replegada sobre aquélla; el pene queda así comprimido en su base entre ambos muslos; el glande resulta liberado del prepucio y emerge sólo en la intersección. Incorpórate apoyado sobre el codo izquierdo de modo que el torso se disponga en una inclinación de cuarenta y cinco grados con respecto al plano de la cama.
Con mucha rapidez el glande adquirirá un color púrpura como consecuencia de la estrangulación de su base.
Comprime y afloja los músculos pelvianos. Sin mover la pierna izquierda, lleva hacia delante la rodilla derecha sin despegar los muslos. En este momento es cuando hay que contraer los músculos pelvianos; este movimiento se apoya masivamente sobre el cuerpo de la verga, la cual experimenta una fuerte presión por todos lados.
Al estirar la rodilla, propulsa hacia dentro el vientre para tensar la cincha abdominal.
Cuando el muslo vuelve a su sitio, como consecuencia de la retirada hacia atrás de la nalga derecha, los riñones se ahuecan y parece que el pene desapareciese entre los muslos.
A cada nuevo empuje de la rodilla hacia arriba y hacia abajo, ésta aplasta con mucha fuerza las masas de los muslos entre sí.
A partir de este instante puedes aumentar considerablemente la sensación de bienestar y de placer estimulando la punta de los senos con cada una de tus manos. Humedece los dedos mayores, gira alrededor de las aréolas, con delicadeza y rapidez y luego con mayor presión y más lentitud; con golpes incisivos emplea alternativamente tus uñas.
Acelera la cadencia de los lomos, con los ojos constantemente atentos al glande, que se vuelve francamente turgente, lo que aumentará la excitación. A partir de ese momento no desearás otra cosa: continuar aún durante largo tiempo de este modo, dándote un placer que puedes dominar por completo. Ni siquiera tendrás deseos de gozar.
Esta sensación es intensa, aguda, permanente; no deseas masturbarte y tienes la impresión de que la eyaculación no puede sobrevenir.
Póster de la campaña en Inglaterra
Si te complace estimular tu ano, ello resulta muy cómodo con los dedos dela mano derecha, mientras que la izquierda prosigue con la excitación del seno izquierdo.
Puedes hacer variar la intensidad de tus sensaciones y tomarte un respiro de recuperación dejándote caer sobre la espalda, manteniendo las piernas en la misma posición, los movimientos son todavía más amplios y la base de tu pene resulta más comprimida. Puedes cambiar de lado, alternar, volver a empezar.



No he utilizado de este libro ninguna técnica que no conociera antes, pero definitivamente se ven muy interesantes y útiles. Debería ser incluido como libro de texto en un curso prematrimonial.












No les miento, éste libro lo encontré en la red. Si lo ven, cómprenlo, las esposas de sus hijos se los van a agradecer.


Técnicas de masturbación para el hombre
Mark Emme
Editorial Martinez Roca
Barcelona, 2000
ISBN: 9788427025745
192 págs.






viernes, 23 de diciembre de 2011

Papiro erótico de Turín, escena 3

La mujer que levanta las piernas hacia el cielo.

Una mujer está sentada en un alto taburete, sosteniendo sus piernas con el brazo izquierdo, sus pies están a la altura de la cabeza de su compañero. Con su mano derecha sostiene un pene de tamaño ¡Ay wey!
Debajo de la silla, hay un frasco, quizá perfume, y un sistro, instrumento de la diosa Hator y relacionado con el amor.
Un tipo calvo y feo hace como que ayuda a su compañera. El hombre tiene unos testículos enormes, comparados con otras figuras de la serie. El hombre fija la mirada en la pareja de la imagen 2, como si se excitara al verlos.
El texto dice:

Thot (dios de la literatura y el arte) vio cómo ella se las apañó sola. Le hace penetrar en sus profundidades como lo hizo con los demás ... Estoy temblando de pasión 
Te daré más placer del que nunca hayas experimentado. 
No temas ¿Es que acaso puedo causarte daño?
Empuja hacia adentro y no mires hacia atrás. Ven hacia mí por delante o por detrás y tu placer aumentará...Has insertado en mi interior tu desmesurado falo ... ¿Cómo podré continuar siendo una mujer decente después que me hayas clavado esa vara?


martes, 20 de diciembre de 2011

Sonetos Lujuriosos de Pietro Aretino Parte 4



Soneto IX

-Tienes la verga en el coño y ves mi rabo,
y yo veo tu culo cómo está hecho.
-Mas podrías decir que no estoy cuerdo,
porque donde tus pies tengo las manos.

-¿Asi crees poder entrar?, ¡vamos!,
un bestia eres, y no lo lograrás
porque el follar mejor encontrarás
cuando ambos nuestro pecho juntamos.

-Yo os quiero follar con maña, comadre,
y el culo mil veces acariciar
con dedos, polla y lengua fornicar,

que vais a sentir un placer, hermosa
un no sé qué más dulce que el rascar
de duquesas , las reinas y las diosas

Al final me diréis una cosa:
que es estas ceremonias soy un misterio,
más tengo la polla pequeña y desespero.



Soneto X
-Me perdonarás, pero en culo la quiero.
-Señora, no quiero cometer tal pecado,
porque esa es vianda de prelados
que para siempre el gusto han perdido.

-Vamos, métela aquí. -Que no. -Que sí.
-¿Por qué? , ¿no se usa ya el otro lado,
o sea, el coño? -Sí, pero es más grato
por detrás que por delante la verga así.

-De vos dejarme quiero aconsejar.
Vuestro es el carajo, y si así os place,
como a carajo le debéis mandar.

-Aceptado, mi bien, métela de lado:
Por aquí, así, y no te corras todavía,
Oh verga, buena amiga, oh verga santa.

-Metétela toda entera
-Ya ha entrado toda dentro ¡qué placer!,
y así quisiera estar sentada un año.



sábado, 17 de diciembre de 2011

Escritos pornográficos de Boris Vian

Ya antes había comentado que Boris Vian es uno de mis autores favoritos; con sus absurdos cuentos, su comicidad apenas insinuada y su leve erotismo, sus libros me parecen geniales.

Boris Vian (1920-1959) fue un genio polifacético, o un payaso provocador.....quizás las dos cosas; adicto al jazz, dramaturgo procaz, antimilitarista subversivo en época de guerra, ateo y enemigo de convencionalismos. Quizás no fuera un genio sino que sólo murió joven.

Este curioso libro es una recopilación tardía (moderna, de hecho, 1980) de varios de sus escritos: una primera parte que contiene las anotaciones de una conferencia que escribió, y una segunda parte con algunos textos que publicó en distintos medios.

Aunque Vian dictó innumerables conferencias, solía hacer sus conferencias de memoria y sin apuntes, por lo que no se conservan. Su presentación es divertida antes que una disertación formal, está estructurada para la controversia.

El ensayo que se llama "Utilidad de una literatura erótica" y nos muestra a un  Vian erotómano y bibliófilo que yo desconocía. Vian comienza por intentar definir qué es la literatura erótica, en qué se distingue de la pornografía o de la literatura tradicional y por último intenta explicarnos para qué sirve la literatura erótica......su conclusión es un supremo acto de socarronería, ya que llega a la conclusión que la literatura erótica no existe.

El primer inmolado es Sade, de quien rechaza sus escritos como literatura erótica, principalmente porque no son literatura y en segundo lugar porque no es erótico, sino sádico; más interesado por organizar las orgías que por describir el lado erótico. De sus obras nos dice que deberían estar prohibidas por razones literarias, que no morales.

Respecto a las prohibiciones nos dice que son muy perjudiciales, pero que es más perjudicial la falta de imaginación en el género erótico, o la falta de obscenidad.

Con ese precedente, se lanza de plano por definir la utilidad de la literatura erótica; nos dice que el erotismo le parece similar a las drogas, que llenan un vacío y una necesidad en aquellos que no tuvieron una prima de 16 años; que si el erotismo fuera libre y no te llevaran a la cárcel por enchufarte con cuanta chica se te ocurriera, las drogas perderían su papel en la sociedad, así como la literatura erótica.

Vian nos dice que la literatura no cambia a las personas, que las personas leen lo que quieren y responden como quieren a lo que leen; que una obra puede ser erótica para una persona y para otra no, como un catálogo de zapatos pudiera caer en una definición literal de la literatura erótica para el fetichista adecuado.

Para él, no existe la literatura erótica,  porque toda literatura es erótica. Todo depende del lector. Hay buena o mala literatura, nada más. Nos dice que la descripción de un árbol puede ser tan erótica como la descripción de un acto sexual........el autor llega a la negación del erotismo y entra de plano en el "pansexualismo".......bueno........así es Boris Vian.


«Leer libros eróticos, darlos a conocer y escribirlos es preparar el mundo del mañana y abrir la senda de la verdadera revolución».

En la segunda parte, tenemos varios textos en verso y en prosa; textos llenos de imaginación que casi ejemplifican ese pansexualismo del que hablábamos: pepinos pidiendo ser consoladores antes que comida; un tubo de pasta dental sobre un cepillo, que nos transporta hasta un cardenal sodomizando niños; un amante que escribe el nombre de su amada en todos lados.....con esperma; una descripción de lo peligrosas que son las vaginas, súcubos vampiros y otras lindezas.


La actividad del vampiro continuaba alrededor de mi vientre y, no sé cómo, con ayuda de un quiebro que debí de hacer sin darme cuenta, me lamía los bordes del ojete con una lengua puntiaguda y ágil como la cabeza de una serpiente. Ese contacto hizo que mi verga flácida recuperase vigor.Un último estirón del tallo que yo mamaba con avidez me advirtió de un cambio repentino y la boca se me llenó de cinco o seis chorros de un esperma suculento, cuyo sabor a lejía pronto daba paso a un aroma discreto a trufa. Sin darme tiempo a tragarlo todo, el vampiro, de pronto, se dio la vuelta y su boca se pegó contra la mía, explorando mis encías y mi gaznate para recuperar los pocos filamentos que aún quedaban. Entre tanto, mi sexo invadía un pasaje angosto, tórrido y suave, mientras una mano ligera, alcanzaba mi ano, donde introducía un falo aún tímido pero que se afirmaba con cada sacudida, enloqueciéndome con los más ardientes e inesperados arrebatos.Luché por volver en mí, y me dio tiempo a pensar que por fuerza estaba soñando, pues la vagina que un momento antes se abría entre el ano y los testículos, ahora se encontraba encima de la verga y seguía dándome gusto.

Todo el libro debidamente ilustrado por Manuel Alcorlo.



Perversógrafo: juguetes sexuales, sexo vaginal, oral, anal, vagina dentata, súcubos, pedofilia y mucha imaginación.

Escritos pornográficos
Boris Vian
Rey Lear.
Madrid, 2008.
ISBN: 9788492403189
128 Pags.



martes, 13 de diciembre de 2011

Sonetos Lujuriosos de Pietro Aretino Parte 3


Soneto VII
-¿Por dónde os la vais a meter?, responde,
¿por delante o por detrás? Quiero saberlo.
-¿Por qué? ¿es que , estarias molesto
si en el culo me la clavo?, mi conde.

-No, señora. Es porque el coño sacia
tanto a la polla que da poco placer.
Mas así lo hago yo por no parecer
un fraile Mariano, verbi gratia.

-Pues si la polla entera en el culo deveras
como anhelan los grandes, me contento
de que con el mío hagas lo que quieras.

-Agarrala con la mano y metela dentro,
que tanta utilidad para el cuerpo encontrarás
como los enfermos el alimento.

Y yo tal gozo siento
al sentir mi verga en la mano tuya,
que pronto moriré si ahora follamos.




Soneto VIII
-Ha sido menuda tontería,
cómo follarte elegir pudiendo,
la polla en el coño estar metiendo
cuando tu culo no me negarías.

Que conmigo acabe mi genealogía,
por detrás quiero meterla muchas veces,
pues el ano y la raja son diferentes
como el vino aguado y el malvasía.

-Fóllame y haz conmigo lo que quieras
por el coño y por el culo ¿qué importa
por dónde tú hagas tus tretas?;

Hay en mi higa y en mi culo tales fuegos
que ni pollas de mulos, bueyes y asnos,
pueden un poco calmar mis ruegos.

Un calzonazos serías
si lo haces a la usanza antigua;
Si yo fuera hombre, coños nunca querría.


sábado, 10 de diciembre de 2011

Papiro erótico de Turín, escena 2

El rey galopa hacia el placer


Para mi gusto, la mejor escena de la serie, también la mejor lograda artísticamente:
Es la única escena que pudiera confundirse con una de exterior en lugar de un lugar privado: un hombre penetra a una mujer sobre un carro de guerra, lo que pudiera indicar que todo el papiro se refiere a alguien de la realeza.
Sin embargo parece que se trata de una fantasía erótica; el hombre aparenta disfrutar de una fantasía erótica sintiéndose en un carruaje real.
Una mujer se inclina para ofrecerse al hombre, quien la penetra de puntillas; con la mano izquierda toma a la mujer de la peluca, como si se tratara de las riendas de un carruaje; en su mano derecha el hombre sostiene un sistro, instrumento ligado a la diosa Hathor del amor.
La mujer de grandes pechos (poco común en el arte egipcio) voltea hacia atrás mientras se sostiene de las riendas y sujeta una planta cuyo significado desconocemos. Hay un mono negro subiendo por el carruaje, un mero símbolo lujurioso.
Uncidas al carro, dos adolescentes desnudas mueven el carruaje arriba y abajo para simular el paseo, mientras un extraño enano con un maletín y un falo enorme las azuza desde su limitada estatura.



martes, 6 de diciembre de 2011

Las damas Galantes de Pierre de Bourdelle

"La Historia" es una señora muy extraña. Pierre de Bourdelle, señor de Brantome (1540-1614) tiene una biografía bastante gris: Historiador, biógrafo y militar, aventurero y escritor que no destacó ni como escritor, ni como militar ni como nada de nada.

El señor era cogelón y alocado, pero tampoco puede decirse que destacó en eso; hereda bienes eclesiásticos que no le interesaban, así que se hace militar y se codea con grandes personalidades, pero parece que el combate no era lo suyo. Tras su servicio militar, se dedica a seguir a la corte y a parcharse a las mujeres ajenas, a la política y a otras suciedades.

Un día se pone tan tremendo madrazo al caerse del caballo, que tiene que retirarse de la vida cortesana, situación que lo aburre sobremanera. Para matar el tiempo decide ponerse a escribir sus escandalosas memorias.

El señor tiene entre sus memorias lo que se conoce como "la novela de las Damas Galantes", la cual no es ni una novela, ni una crónica, ni una serie de cuentos ni una recopilación, ni unas memorias ni nada que se le parezca. Las damas galantes vienen siendo un largo monólogo.



Una hermosa y honesta viuda de treinta años, que deseaba solazarse con un caballero, o mejor dicho, atraerle al amor, al ir cierto dia a montar a caballo se le enganchó el faldón del abrigo en un clavo y dijo al gentilhombre:
-Mirad lo que me habeis hecho, amigo mío; me habeis roto el delantero.
-Lamentaría haberle hecho daño - contestó el gentilhombre - pues es demasiado bonito y hermoso
-¿Cómo lo sabeis , si no lo habeis visto?
-¿Vais a negarme que  lo vi cien veces cuando erais niña y os levantaba la falda para contemplarlo siempre que me placía?
-Bien, pero entonces era un joven adolescente imberbe, que ignoraba lo que valía. Ahora tiene barba, es irreconocible y vos lo ignorais.
-No obstante -insistió el gentilhombre - sigue en el mismo sitio que entonces, sin haberse movido. Creo que lo encontraré en donde estaba.
- Sí, efectivamente sigue en el mismo lugar, pero mi esposo lo movió y agitó más que Diógenes a su tonel.
- Lo imagino - comentó el caballero - ¿Y qué hace ahora sin movimiento?
- Lo que un reloj de torre sin montar.
- Andad con cuidado - dijo el otro - no vaya a ocurrirlo lo que a esos viejos relojes, pues si no se les montan sus resortes, se enmohecen con el tiempo y terminan por ser inútiles.
- Todas las comparaciones no son iguales - objetó la dama - pues lo resortes del reloj en el que pensais no pueden enmohecer, y siempre son buenos, montados y sin montar, a la hora que sea.
- Permita Dios que cuando llegue el tiempo y la hora de montarlo pueda ser yo el relojero.
- Cuando llegue ese día y esa fiesta, no vamos a desaprovecharla y tendremos una buena jornada de trabajo.


Sus memorias no son una fuente histórica fiable del periodo que le tocó vivir, pero su manera de escribir tiene una candidez muy interesante. Su escritura es desparpajada, sin orden estricto; es como si una persona con una leve intoxicación etílica comenzara a platicar sobre sus conquistas y sobre chismes de otras personas (como un borracho necio, pues)

Lo que vemos al leer en sus libros es un retrato desvergonzado de la vida en las cortes y sus cochinadas. El punto es que el autor no hace juicios sobre las personas de las que habla, antes bien explica su comportamiento y hasta disculpa las infidelidades y trapicerías.

Se supone que parte de su inspiración podría haber venido de "El heptamerón" de Margarita de Valois, de cuya corte fueron parte su madre y su abuela (la de Pierre, no las de ustedes, se entiende) Pierre no tiene pretensiones políticas ni filosóficas, su escritura es simplemente un pasatiempo.

"Bueno", dirán ustedes, "ya estuvo de críticas", parece ser que no tengo otra cosa qué hacer que criticar a una pobre víctima aburrida de machucamiento caballil, el punto es que siento que la historia es una señora muy extraña porque para alguien que nunca destacó y cuyos escritos históricos ni siquiera son fuente fiable, encontrar 400 años después un par de sus libros que cuestan tanto dinero, es al menos irónico.

Con todo lo gris de su autor, tiene una lectura ligera, trivial y divertida, es un libro recomendable si lo consigues a un precio que no sea un insulto.




Perversógrafo: Sexo vaginal, adulterio, voyeurismo, sodomía, masturbación, violación anticlericalismo.


Las damas Galantes
Pierre de Bourdelle, señor de Brantome
Ed. Arcopress
ISBN: 8496632121

Mujeres que hacen el amor y sus maridos cornudos
Pierre de Bourdelle, señor de Brantome
Ed. Arcopress
ISBN: 8496632253

sábado, 3 de diciembre de 2011

Papiro erótico de Turín, escena 1

La postura de Nut


La mujer adopta en esta escena la postura en que se acostumbraba representar a la diosa Nut, deidad de la bóveda celeste y esposa de Geb, el dios de la tierra.
Completamente doblada hacia adelante, ofrece su trasero a un hombre con un gran falo que la penetra por detrás. Ni lo intenten, la posición es imposible.
Ella trae peluca con una flor de loto, collar brazaletes, pectoral y un cinturón; los mismos ornamentos que todas las mujeres portan en las escenas, lo que pudiera simbolizar damas de alta clase social. Si el hombre existiera, su falo mediría 65 cm de longitud. El descuido de su barba parece indicar que es un simple obrero (calvo además). Parece estar cargando un saco que le sirve de contrapeso para mantener la posición.
La inscripción dice "Suelta las ataduras que me pusiste", se supone que para lograr esa posición, ella debió ser atada de algún modo.
Ibn Jaldun, el libio (un wey que describió la sexualidad de los egipcios) explica en su libro la postura de "la mujer tomando sus tobillos", describiendo exactamente esta posición, diciendo que se puede utilizar un  cinturón para ayudar a la pareja a mantener la postura.

martes, 29 de noviembre de 2011

El amor es ciego de Boris Vian

¿Qué sucedería si una niebla afrodisíaca cayera sobre nuestra ciudad? Una niebla que huele a chabacano, que no permite ver absolutamente nada y que hace que los sonidos tengan una claridad y una melodía de enamoramiento.

Orvert Latouile se despertó tras trescientas horas de sueño etílico y se encontró que la ciudad no se podía ver más. Decide, como todo el mundo, prescindir de ropas e irse por la ciudad a caminar. Se da cuenta que es continuamente asediado por mujeres que quieren restregarse contra todo hombre que encuentren en el camino.


—¿Seguro que es usted una mujer? —continuó Orvert.
—Compruébelo usted mismo —le contestó ella.Se habían aproximado el uno al otro, y el hombre pudo sentir contra su mejilla el contacto de unos cabellos largos y sedosos. Ahora estaban de rodillas y de frente.
—¿Dónde encontrar un lugar tranquilo? —preguntó Orvert.
—En el centro de la calzada —dijo la mujer.  Lugar hacia el que se dirigieron, tomando como referencia el bordillo de la acera.
—La deseo —dijo Orvert.—Y yo a usted —dijo la mujer
—Mi nombre es...
Orvert la cortó.—Me da lo mismo —dijo—. No quiero saber nada más que lo que mis manos y mi cuerpo me revelen.
—Proceda —le animó la mujer.
—Naturalmente —constató Latuile— va usted sin ropa alguna.
—Igual que usted —respondió ella.Dicho lo cual, se estrecharon el uno contra el otro.
—No tenemos ninguna prisa —prosiguió la mujer— Comience por los pies y vaya subiendo.A Orvert le extrañó la proposición. Se lo dijo.—De tal manera, podrá ser consciente de todo —explicó la mujer— No tenemos a nuestra disposición, como usted mismo acaba de constatar, más que el instrumento de investigación que significa nuestra piel. No olvide que su mirada no puede atemorizarme. Su autonomía erótica se ha ido al traste. Seamos francos y directos.
—Habla usted muy bien —dijo Orvert.
—Leo siempre Les Temps Modernes —informó la mujer—. Venga, comience de una vez con mi iniciación sexual.
Cosa que Latuile no se privó de hacer reiteradas veces y de diversas maneras. Ella mostraba indudables condiciones, y el terreno de lo posible es muy amplio cuando no hay temor a que la luz se encienda. Y además, eso ya no se usa, después de todo. Las enseñanzas que le impartió Orvert a propósito de dos o tres truquitos nada desdeñables, y la práctica de un empalme simétrico varias veces repetido, acabaron infundiendo confianza en sus relaciones.
Y allí llevaron, de tal modo, la vida sencilla y regalada que hace alos humanos semejantes al dios Pan. 




Al cabo de un tiempo, la radio anunció que los sabios estaban constatando una regresión regular del fenómeno, y que el espesor de laniebla aminoraba de día en día. Como la amenaza era de consideración, se celebró gran consejo. Muy pronto se encontró una alternativa, pues el genio del hombre nunca deja de sorprender con sus mil facetas. Y cuando la niebla se disipó, según indicaron los aparatos detectores especiales, la vida siguió felizmente su curso pues todos se habían hecho saltar los ojos.


El Lobo Hombre
Boris Vian
Tusquets Editores
2009
ISBN: 9786074210323
236 pags.


sábado, 26 de noviembre de 2011

Sonetos Lujuriosos de Pietro Aretino Parte 2



Soneto IV

-Tienes un buen rabo, bello y grande.
Venga, si me amas, déjame ver.
-¿Quieres probar a verga mantener
conmigo encima y metida por delante?

-¿Que si quiero probarlo? ¿probar tu pozo?
Mejor que comer o que beber agarro.
-¿Y si así tumbados, luego te desgarro
y te hago daño?. -Piensas igual que el Rosso.

Vamos, ponte en la cama o en el suelo
sobre mí, que si fueses Marforio
o algún gigante, más disfrutaría el vuelo.

Pero alcanza la médula y los dentros
con esta verga tuya tan venerable,
que hasta protege a los coños de los vientos.

-Abre bien la cosa.
Puede que se vean por ahí mujeres
mejor vestidas, mas no las gozan.


Soneto V

-Levanta bien la pierna, vida mía
quítame ya la mano del carajo,
y si quieres que te haga un buen trabajo
el culo has de mover, reina, a porfía.

Y si mi verga ves que desvaría
Y se te va por el postrero atajo,
Calma, que no tiene ojos el badajo,
Calma y disculpa su trapacería.

--¡Por el cielo! Gran locura en mí fuera
soltar ahora este ariete, y no apuntarle
donde tenerle siempre bien quisiera.
Que de dejarte por detrás colarle

Tan sólo tu persona gozaría,
Y sin goce yo habría de aguantarle.
Cumple, pues, bien, o vete de mi lado.
--¿Irme sin ver y hacerte ver el cielo?
No haré, aunque pecador, tan gran pecado.



Soneto VI
Porque yo quiero para mi un buen trabajo
que los labios del coño me hagan rollo,
desearía yo misma ser toda coño,
mas quisiera que fueras tú todo carajo.

Porque yo coño y tu carajo has sido
tomaría yo del coño la función,
 y de mí serías tú deleitación
y te haría sentir como carajo vivo.

Más ser yo toda coño no pudiendo,
ni tú convertirte todo en carajo,
toma este coño deseoso y ardiendo.

Y toma tú mi pequeño carajo
en buena voluntad y a él jodiendo
confia, y yo te confiaré el badajo;

y entonces mi carajo bello
deja ir todo con el coño:
carajo y coño, como tu sueño.


*Estoy respetando el orden y los dibujos de la edición de 1550; edición de la que no se conservan el soneto 5 ni el 6, que los he tomado de otras fuentes. igualmente los grabados los tomé de una reproducción de los de Agostino Carracci, muy posteriores.

martes, 22 de noviembre de 2011

Púrpura profundo de Mayra Montero

Leda de Lukas Kandl 
¿Qué vas a hacer con tu vida el día que llegue tu jubilación? Es muy fácil decir que tomarás las pantuflas, el chocolate y la bata y te irás al sillón a terminar de leer todo lo que no has leído en estos años.

Mayra Montero tiene otra respuesta para Agustín, su personaje: un escritor de reseñas musicales de un periódico, en mi opinión un desagradable tipo que nunca ha amado a su mujer y no soporta a sus nietos: se dedicará, al menos por un tiempo a darle gusto a un ex-compañero Sebastian, y redactar las memorias de su intensa vida erótica, con especial cuidado en la descripción de sus encuentros homosexuales.


El protagonista y narrador pocas veces estaba en su casa, su esposa sabía de sus continuas infidelidades pero parece no importarles, su relación no se basa en el enamoramiento, ellos se apoyan mutuamente de manera incondicional; mientras él busca el erotismo en otras piernas, bocas y caderas.

Agustín entiende el amor como entiende la música; sabe que uno es inseparable del otro y se enamora de una manera intensa y física; hasta que duele emocionalmente. En su repertorio hay variedad: la violinista Virginia Tuten, mulata caribeña con quien lleva una relación tormentosa, como si fueran un par de adolescentes con sus problemas estúpidos y su casi sadomasoquismo.

Está una bonita relación con Clint Verret, uno de los pocos personajes del libro a quienes se les puede tener aprecio. En mi opinión Agustín se aprovecha sexualmente de Verret, al menos en un principio, para caer después locamente enamorado de él y terminar como buenos amigos.

Agustín se enamora de músicos, principalmente mujeres, y llega a comparar al sexo con ese compás que debe seguir cualquier músico, conquistar al músico equivale a dominar la música y poseerla.


      Me arrodillé frente a ella y le pedí que extendiera las manos; sólo quería saber si alcanzaba con ellas el teclado.
      –Ahora –sollocé–, ¿puedes tocar?
      Echó su cuerpo hacia delante, sólo las puntas de sus nalgas descansaban en la banqueta, y yo, sentado ya en el suelo, hundí la cabeza entre sus muslos.
      –La danza... –suspiró–, ¿vuelvo a tocarla?
      El confite, toda la miel del mundo, estaban allí, bajo mi lengua, y las manos de Alejandrina Sanromá tocaban a despecho de mi voracidad, pero también a despecho de su locura. Se había vuelto loca y de Chaikovski saltó a alguna otra pieza que no fui capaz de identificar. El ruido de sus gemidos se entremezclaba con las campanitas de la celesta, y en el momento en que la sentí venir, la oí golpear el instrumento, lo aporreó con furia. Alejandrina dejó de tocar y sollozó largamente, puso sus manos sobre mi cabeza –sobre mi rostro de duende confitado– y fue calmándose poquito a poco.
      Me incorporé y le chupé los pezones. Ya no me importaba que en aquel estudio no hubiese un sofá, ni siquiera una butaca. La empujé suavemente hacia el suelo y me tendí sobre ella. Nunca había tenido bajo mi cuerpo un cuerpo tan delgado, pensé que no me gustaban las huesudas. Pero me equivocaba. Los huesos de Alejandrina empujaban mis propios huesos, sobre todo a la altura de las caderas, y la sensación que me produjo aquel duelo me llenó de un regocijo macabro: éramos dos esqueletos batiéndonos a muerte, tratando de rompernos el uno contra el otro, trozándonos a ver cuál de los dos se deshacía primero.
      Levanté las piernas de Alejandrina y las retuve en alto con mis manos antes de adentrarme brutalmente en ella. Ésa iba a ser la estocada final, el golpe de gracia para un montoncito de carne que, tocado por la varita de un hada, estaba a punto de convertirse en polvo luminoso. Alejandrina chilló, y si yo no lo hice con la misma intensidad fue porque me abrumó en ese momento la dicha de haber recuperado la pasión, que no es otra cosa que la sensación de nacer y morir en un segundo, y renacer sabiendo que ya nada te podrá matar.
      Yo era inmortal, prácticamente invencible cuando me retiré del cuerpo de Alejandrina Sanromá. Tropecé con la celesta antes de poder llegar a la mesa para encender la lamparita. Alejandrina estaba inmóvil, tendida en el suelo, y yo busqué entre mi ropa un pañuelo. Volví a su lado y le enjugué la entrepierna como si le enjugara unas lágrimas.
      Nos vestimos y fuimos a cenar. Alejandrina no bebió una gota de licor, nunca bebía, pero parecía borracha. Me rogó que fuéramos a su casa y le advertí que lo iba a lamentar. Se lo advertí con malicia y me respondió que no le importaba. Que lo único que deseaba esa noche era lamentarlo todo, impacientarse por todo, llorar de ganas de llorar. Quería que la tomara al derecho y al revés, a la buena y a la mala, de golpe y sin aviso y sin misericordia. Enrojecí, nunca había conocido a una pianista, virtuosa o no, tan deslenguada. Alejandrina deliraba en voz baja, pero pensé que, aun así, desde alguna mesa cercana la podían oír. Tomábamos el postre y le confesé que me gustaba mucho. Ella tembló dentro de su vestido negro: una cerrazón tan anegada y bruja como el sendero de su propia sangre.


Con Manuela Suggia tiene una relación abusiva, con Alejandrina tiene sexo rápido y a lo loco y así se va todo el libro, entre descripciones de lo que la música significa para él y relaciones dominantes con extrañas mujeres que amamantan murciélagos.

Lo interesante de este libro es que no es erótico por su carnalidad, sino que la carnalidad surge de una historia, que a su vez es el medio para adentrarse en el mundo melómano del narrador. Sin embargo, para Agustín, sus memorias son lo único que le queda.

Púrpura profundo obtuvo en febrero de 2000 el XXII Premio La sonrisa vertical.


Sexo vaginal, oral, anal, lesbianismo, homosexualidad, sadismo, masoquismo, lesbianismo,




Púrpura profundo
Mayra Montero
Tusquets Editores
La Sonrisa Vertical SV 112
España, Marzo 2000
ISBN: 978-84-8310-681-5
176 pág.

sábado, 19 de noviembre de 2011

El papiro de Turín



Aquí tenemos un extraño "kamasutra egipcio". El arte egipcio es muy seductor para nosotros porque los cánones de la belleza de aquel entonces están bastante en sintonía con los cánones actuales. Sin embargo hemos de reconocer que el arte egipcio no es especialmente inclinado al erotismo.

El papiro de Turín es un rollo de 2.59 metros de longitud de la época ramésida (1292-1075 AC) que fue encontrado en la zona de Tebas (Deir el-Medina). Casi la mitad del rollo tiene dibujadas escenas en las que diversos animales aparecen en actitudes humanas: Conduciendo un carro de guerra, jugando al "ajedrez", etc.

El resto del papiro tiene una serie de escenas sexuales muy explícitas, con acoples de todo tipo y de todos sabores. Parece que se trata de prostitutas profesionales, y los hombres se repiten en algunas de las escenas. Acoplamientos acrobáticos y miembros enormes.

Los textos no aclaran demasiado lo que vemos; los textos son abiertamente pornográficos, donde las chicas piden que les hagan tal o cual cosa, animan a los hombres o gritan de placer. El papiro está muy deteriorado, pero se trata del único ejemplo extenso de arte erótico del antiguo Egipto; el resto se trata de poesías y leyendas.

Doce viñetas sexuales de aventuras de hombres de mediana edad y bellas prostitutas en lo que parece ser el interior de una casa de placeres. El tipo y la variedad de posturas sexuales hace pensar en que no se trata de un ritual, sino simplemente de placer.

Ahora, ¿Qué es lo particular del papiro de Turín? Casi todo el arte erótico egipcio se encuentra en ostracas, fragmentos de cerámica o piedra, y tienen más la forma de grafitos con los acoples que el artista imagina en sus ratos onanistas. Es muy común la representación del sexo anal, quiero pensar que porque no era una práctica muy común y por tanto era algo deseable.

Pero este rollo está hecho de papiro, un elemento muy costoso, y tiene la mano de un artista, algo que no estaba al alcance de un bolsillo común; los colores: rojo amarillo y verde eran costosos, aunque no pertenecían a la realeza, como el azul. Para más misterio, la producción de papiro estaba estrictamente controlada por la élite, así que sólo eran usados en documentos oficiales o religiosos; un papiro podía costar un año de salario.......¿porqué representar escenas cómicas y eróticas sobre algo tan costoso?

No hay un referente contra qué compararlo. Sin embargo hay algunas cosas interesantes: No hay un esbozo, el dibujo está hecho directamente sobre el papiro, lo que pudiera ser que el artista tenía experiencia previa y que esas representaciones fueran comunes como guías sexuales para la realeza.

También pudiera tratarse de un deseo; se supone que si uno quería cumplir su deseo, hacía siete o doce representaciones de él para que se convirtiera en realidad; en el papiro hay doce escenas sexuales, por lo que pudiera ser la materialización del deseo del artista.

Para más misterio hay una referencia que nos puede arrojar más misterio sobre este papiro o sus hermanos gemelos: el autor árabe Ibn Jaldun el Libio en el siglo VIII D.C., cita a un escritor romano que cita a un autor griego, probablemente del siglo II A.C. que dedicó su obra a comentar las costumbres sexuales de lo egipcios. Curiosamente, ocho de las descripciones de acoples sexuales, están descritos en el papiro, por lo que es probable que no se trate de un ejemplo único.



Erotismo y sensualidad en el antiguo Egipto
El-Qhamid y Joseph Toledano
Ediciones Folio
Barcelona, 2006
ISBN 8441321531
168 pags.

martes, 15 de noviembre de 2011

Sonetos Lujuriosos de Pietro Aretino Parte 1

Pietro Aretino compuso unos groseros poemas para una serie de grabados de Marcantonio Raimondi en 1527. De los grabados originales sólo se conserva el primero, pero aquí un ejemplo con reproducciones posteriores:







SONETO I
-Amémonos sin tasa ni medida
puesto que para amar hemos nacido
adora mi gorrión cual yo tu nido
pues sin ellos ¿valdría algo la vida?

Y si aún luego de ésta extinguida
fuese posible amar, bien querido,
a gritos pediría el bien perdido
para seguir gozándote todavía.

Gocemos cual lo hizo regiamente
la primera pareja de mortales
bien aconsejados por la serpiente.

Que nos perdieron por amar, se dice
blasfemia son dichos tales
que sólo a quién no ama satisface.

-Pues calla y ama y también, ¡castigo!
Calla y méteme hasta los pendones
jueces de amor y del amor testigo.




SONETO II
-Méteme un dedo en el culo, viejote
e híncame la verga poco a poco, luego
alzándome esta pierna haz buen juego.
Luego menéate con rebote.

Que a fe mía esto es mejor bocado
que comer pan tostado junto al fuego.
Y si no te place la higa, cambia luego
que no es uno hombre si no es malo.

-Quiero hacerlo en el coño una vez,
y esta otra en el culo: la verga en coño y culo
me hará a mi feliz, y a vos beata y feliz.

El que quiere ser un gran maestro está loco,
pues no es más que un pajarito pierde tiempo
que en todo menos en follar se solaza.

Que la palme en el palacio
el cortesano, esperando que su rival muera,
que yo en darme a la lujuria solo pienso.





SONETO III
-Esta verga quiero yo, y no un tesoro.
Ella es la que procura la dicha,
digna de una emperatriz es esta picha;
esta gema vale más que un pozo de oro.

Ay de mí, socorro polla, que me muero.
Trata de enfundarte en la matriz,
más al fin, la verga pequeña se desdice
si en la crica quiere actuar con decoro.

-Señora mía, es verdad lo que bien decís:
que quien tiene poca verga y folla en coño,
merecería un enema de agua fría.

Si es corta, que folle por el culo noche y día,
pero si es despiadada y fiera, como la mía,
que se desahogue siempre con los coños.

-Cierto, pero tanto nos deleitamos
con la polla, y tan divertida nos parece,
que ese obelisco delante y atrás perece.

sábado, 12 de noviembre de 2011

El sueño de la mujer del pescador


Una de las obras maestras del arte Shunga. Se trata de un grabado a colores del artista Hokusai, creada en 1814.

La función del grabado es meramente decorativo, está basado superficialmente en el cuento de Taishokan, una mujer que recupera una valiosa joya del fondo del mar que había sido robada por un demonio. Muchos grabados de la época eran acompañados por textos al margen de las imágenes; textos que recreaban poemas clásicos o que hacían la función de los diálogos en las historietas de hoy en día.

Una mujer es acariciada, chupada oloquesea por un enorme pulpo y un pulpo mas pequeñito. Contra lo que pueda parecer, ella no está muerta o dormida, sus manos muestran que está en tensión y probablemente en éxtasis. Su cabello en desorden indica lujuria. El pulpo grande le hace un cunnilingus mientras el pequeño la besa y le acaricia un pezón. Me parece muy particular esto último, ya que ni la desnudez ni los pechos son erógenos en el arte Shunga.

A pesar de que los grabados eran hechos en serie, y eran piezas económicas por lo mismo, tenemos al margen esos pequeños garabatos escritos a mano que le dan sentido a la obra. En esta en particular dice (eliminando los ruidos de succión y onomatopeyas de éxtasis):

Pulpo grande:
Me preguntaba cuándo llegaría la hora del rapto, pero ese día ha llegado. Al menos ella ya ha caído en mis tentáculos. Y digan lo que digan, es un coño de lo más rellenito y apetecible. Aun más que una patata. Primero chupar hasta saciarse, y luego llevármela al palacio del rey Dragón, y hacerla prisionera.(montones de onomatopeyas de succión, besos y lamidas)


Mujer: (susurrando)
¡Ah!, este pulpo odioso, chupando la piel de la boca interior de mi útero hasta dejarme sin aliento, ¡que me corro! Con su boca prominente provoca mi vagina abierta. ¡A ver! ¿Qué diríais si ocho piernas os abrazaran? Oh, está hinchándose adentro, las secreciones rezuman como agua hirviendo. Siento cosquillas, una tras otra hasta perder la cuenta, límites y barreras desaparecen… Ya estoy… ¡Me corro! ¡Me corro! (montones de onomatopeyas de gozo, jadeos y respiración entrecortada)


Pulpo pequeño:
Cuando mi pariente(¿padre?) haya acabado, también yo usaré mi boca para restregársela desde su clítoris hasta su culo hasta hacer que se desmaye, y cuando vuelva en sí, volveré a hacérselo, je je.

¡Malvados pulpos!

En la historia original, la heroína logra rescatar la joya cortándose un pecho y escondiéndola debajo.......en la ilustración se puede ver una especie de cicatriz bajo el pecho de la chica, quien logrará huir de los monstruos.....muy a su pesar, según se deduce del texto.


PD.- Vuelvo al sillón


No he terminado de poner en orden las sinopsis de mi biblioteca erótica, pero lo que me queda por comentar no es suficiente para mantener el ritmo actual del blog.

Llega la hora de volver al sillón con la almohada y el libro, tomar un ritmo más mesurado y entregar literotismos mejor redactados.

Lejos de mí la temeraria idea de dejarlos sin su dosis de erotismo literario, sigo publicando ejemplos cortos y fragmentos escogidos de literatura erótica de todos los tiempos, pero como ven, en un formato que me toma menos esfuerzo y con el cual todos nos seguiremos divirtiendo.

Menos perversógrafo, menos cochinitos, pero aquí seguimos con ejemplos simpáticos o interesantes de erotismo literario.... y por supuesto libros de vez en cuando.

martes, 8 de noviembre de 2011

Sade Ilustrado

Hoy que existen tantas ediciones económicas (y no) de las obras del marqués de Sade, uno se pregunta porqué dichos libros no incluyen las imágenes originales de la primera edición. La razón es bastante simple: La calidad de las estampas que acompañaban las ediciones holandesas de 1797-1801 son pobres y no aportan mucho al texto. Cada uno de los cuatro tomos de Justine y de los seis tomos de Juliette tenía diez grabados que éste económico librito imprime al doble de su tamaño original. 

Según el recopilador, el libro no trae las imágenes en orden (para mí, las imágenes están en un orden aceptable) y por lo tanto se pueden usar para entretenerse localizando la escena del grabado en el libro. Esta clase de entretenimiento es de bastante mal gusto, pero "haygentepató".

Yo digo que son documentos importantes para los estudiosos; traen curiosos grabados para los huevones que no quieran leer el libro y necesiten darse una idea del contenido. Los grabados son algo grotescos, pero no son repugnantes como las novelas, creo que el hecho de que la mayoría de las víctimas sonrían hace las escenas menos fuertes y más cómicas......vamos a pensar que las víctimas sonríen en lugar de gritar por una cuestión de estética griega arcaica y no por falta de pericia del grabador.

Para los amantes de la sangre y el trancazo, recientemente Bizancio Ediciones acaba de imprimir de nuevo Justine y Juliette de Raúlo Cáceres en edición bajo demanda sólo accesible en línea. Aunque se vea atractivo, de este lado del Atlántico ya no es costeable el precio.

Si yo viviera de aquel lado del charco, sin duda mi elección sería la salvaje versión de Raúlo Cáceres, en donde las víctimas al menos lloran y se quejan en lugar de sonreír.

Mientras tanto, yo me quedo con mi librito chafo en formato económico.







Sade Ilustrado
Anónimo
Editorial Distribuciones Fontamara
México, 2004
EAN: 9789684764118
ISBN: 9684764111
144 pags.
País: MEXICO

sábado, 5 de noviembre de 2011

La historia del rey Gonzalo y de las doce princesas de Pierre Louys

Los libros de Pierre Louÿs tienen la particularidad de venir en dos sabores distintos: Por un lado tenemos su obra "seria" con una elegancia y una sensualidad al extremo, con una increíble belleza. Por otro lado tenemos su obra pornográfica: pequeñas piezas que recreaban sus obras serias, pero de una manera grosera y desvergonzada.

Cuando hablo de grosería, hablo de una elegante grosería, hasta que lees a Louÿs nunca se te ha ocurrido que hay un modo elegantísimo de decir cochinadas.

Louÿs escribía estas....cosas para sí mismo, en privado. Estas obras poseen una fijación casi enferma por el sexo anal con jovencitas, por las niñas diciendo groserías y por el sexo pedófilo. Las muchachas suelen actuar como prostitutas, dicen lo que una prostituta de bajo presupuesto diría, pero  con una elegancia que sólo se logra con años y años de educación.

Este libro en particular "dicen los que dicen que saben" que está basado en otro libro de Louÿs llamado "La historia del rey Pausole", aunque como no lo he leído, no tengo elementos para afirmarlo o negarlo.

El rey Gonzalo tiene doce hijas de 8 a 18 años: Prima de 18, Secunda de 17, Tertia de 16, Quarta y Quinta de 15, Sexta de 14, Séptima de 13, Octava de 12, Nona de 11, Décima de 10, Puella de 9 y Párvula de 7 y medio...digo, tampoco era cuestión de partirse la cabeza.

Al darse cuenta que todas sus hijas tienen picores en sus partecitas (no muy) pudendas, decide internar a la reina en un convento para poder iniciar a sus hijas en un insano despertar sexual.....o para participar de el insano despertar sexual de sus hijas...o para despertar insano participando sexualmente con sus hijas....o lo que sea.  Sus hijas son muy vírgenes de sus coños, pero muy lesbianas y se insertan toda clase de cosas en sus anos.

Aunque el rey muestra una clara preferencia por las hijas menores, es de agradecer que la diosa sexual del relato sea Prima, la mayor. Prima es viciosa y seductora.


—….¿Qué es lo que mejor conoces?
Prima le rodeó el cuello con los brazos y le susurró al oído:
—Esta noche, lo que mejor conozco es el modo de excitarte.
—¿Es eso una ciencia?
—Conseguir que se ponga tiesa una picha sin tocarla es todo un arte. Es un arte de cuya experiencia carezco, pero cuyos secretos conozco a la perfección. Es, en suma, el Arte del Amor.
—Demuéstramelo.
—Tengo toda la noche.
—¿Cuántos secretos hay en el amor?
—Conozco un millar de ellos, e inventaré muchos más. Claro que los secretos de amor no se dicen en ningún otro lugar que no sea la cama...
El rey empezaba a comprender que la mayor de sus doce hijas era demasiado lista para él. Prima se percató de sus pensamientos y, sabiendo que una enamorada no debe intimidar a aquel a quien desea seducir, se acostó sobre la colcha, atrajo al rey y, en un abrir y cerrar de ojos, se desvistió sin apenas dejar entrever sus encantos, pues se tendió sobre él, cuerpo contra cuerpo, mostrando tan sólo sus pechos pero hacién dole sentir todo lo demás.
—Prima, eres demasiado hermosa —afirmó el rey—.No podré permanecer durante mucho tiempo en el estado al que me has llevado.
—No temas nada. El primer secreto del amor es conseguir estar excitado. El segundo es conseguir dejar de estarlo.
—Eso me parece más prudente.
—No, no, me siento segura de mí. Me amas ya lo suficiente como para dejar de mi cuenta la dosificación de tu placer. Acabas de decirme que soy demasia do hermosa, aunque apenas si has visto mi rostro. Pues bien, será eso lo primero que vas a desvirgar: mi rostro.


Las pequeñas son unas graciosas desvergonzadas con gusto por lamer las axilas, los anos, los menstruos y los orines.


Dominada todavía por el dolor, Séptima quiso sonreír para decir, en tono aún más quedo: 
—¿Tan puta como tú? 
—No.Todavía os queda mucho... 
—Pero ¿cuando una virgen tiene un mango como éste en el trasero...? 
—Eso demuestra que es virgen. 
—¿Y cuando el mango es el de su padre? 
—Eso es una prueba de amor filial. 
—¿Y cuando el mango de su padre acaba de salir del culo de su bollera... 
—Entonces la pobre bollera es, además, cornuda. —¡Qué descaro!¡Resulta que la cornuda soy yo!


El rey se reduce a dejarse conducir, como si fuera el silencioso camarógrafo de una película. El libro no contiene sexo vaginal, situación que viene a ser una burla: las chicas deben proteger su virginidad para conseguir un buen marido.

Al final hay un par de relatos interesantes; particularmente me llama la atención uno que se llama "La muestra", sobre una fantasía anal con una prostituta que no cobra sus servicios.


Hizo que me tumbara cuan largo era y se agachó sobre mi miembro con mil precauciones, hasta que el glande quedó situado exactamente bajo el ano.
—No estoy mojada, ¿lo ves? —dijo—. Pero no te preocupes, no te haré daño. Y, dejándose caer con suma habilidad, se tragó la punta del miembro y apretó violentamente el esfínter un poco más arriba.
En cuanto sentí la opresión de aquel músculo caliente, no pude contenerme y mi semen fluyó a borbotones en el intestino, mientras ella continuaba excitándome el miembro con enloquecedoras contracciones.
Su culo me chupaba como una boca. Jamás había gozado de un modo tan doloroso.
—¡No te aflojes! —exclamó cuando hube expulsado el último chorro—.Apenas hemos empezado.
Y, haciendo descender su grupa, se empaló sentada encima de mí. Toda mi verga estaba sumergida en su interior. Entonces, puso en movimiento la totalidad de su musculoso y rosado trasero, que yo veía subir y bajar con una indescriptible excitación. Apoyaba los puños en la cama y su cuerpo ascendía y descendía cada vez más rápido, sin soltar en ningún momento mi miembro, que era engullido y vomitado precipitadamente.


Este es un típico libro pornográfico de Louÿs, es de agradecer que el relato sea tan corto y que no muestre pedofilia heterosexual a detalle. Se puede entender de manera muy simple: no era un libro para publicarse; se trata de una fantasía onanista del autor.



Perversógrafo: Lesbianismo, masturbación, coprolalia, sexo anal, oral, en las axilas, juguetes sexuales, urofagia, escatología, pedofilia, exhibicionismo, voyeurismo, tríos, incesto, juguetes sexuales.





La historia del rey Gonzalo y de las doce princesas 
Pierre Louys
Editorial La Máscara
Malditos heterodoxos
Valencia, 2000
ISBN: 84-7974-433-2

martes, 1 de noviembre de 2011

Me gustan sus cuernos de Antonio Elio Brailovsky

En noviembre se celebra en México el día de muertos; a principios del mes suele aparecer en la cartelera de los teatros "Don Juan Tenorio", el de Zorrilla o alguna parodia política de éste, obras de tonos festivos para alegrar la vida de quienes nos hemos de morir un día, pero que mientras despachamos desde este lado del cementerio.

No puedo hacer un análisis literario de algo tan complejo como el mito de Don Juan Tenorio, aunque me encantaría poder hacerlo. A cambio les ofrezco un comentario del último libro que he leído. He quedado muy gratamente sorprendido con este libro; no tanto por el tema, muy a tono con el "día de muertos", o por su erotismo, indiscutiblemente bello; sino por el estilo.

El autor en definitiva es un amante de la literatura y quiso hacer un homenaje (erótico) de los distintos estilos literarios: la novela de caballería, Don Juan Tenorio, el Quijote, el Conde Olinos, el Cid campeador, la Lozana Andaluza, la Odisea, La Biblia y el Corán, las 1001 noches, la Novela policiaca, la erótica y la de suspenso.

Si un error comete el autor es el nombre del libro; en una colección de literatura erótica, un autor hispanohablante que habla de "cuernos", nos trae a la mente la infidelidad conyugal consentida....y bueno, puede atraer lectores "de especialidad" que se decepcionen y alejar a lectores comunes que seguramente sabrían disfrutar literatura erótica sugerente.

La historia policiaca que contiene las otras historias es bastante chafa. Yo creo que intencionalmente chafa, es como la venganza del género erótico (considerado menor dentro de la narrativa) contra el género de la novela policiaca (chafo salvo excepciones, aunque de mejor reputación)

Unos albañiles, mientras hacen un trabajo de reconstrucción en los muros de una antigua iglesia,  encuentran un pergamino con las actas de un juicio del Santo Oficio del siglo XVII; el escribano parece ser Tirso de Molina, quien efectivamente ocupó un cargo similar, y nos desvela una investigación sobre el siniestro origen del mito de Don Juan.

El sacerdote manda analizar el pergamino con Laura, una experta, quien le dará un dictamen de la autenticidad, valor e importancia de dichos documentos.

La narradora, llama "Don Juan" a éste hombre, diciendo que debe mantener en secreto la identidad verdadera de dicha persona dado el alto pedorraje de sus descendientes y su influencia en la política, los negocios la religión y todos los demás supuestos poderes fácticos que supuestamente dominan al mundo, al pensamiento y a todo lo que se nos ocurra.

La novela tiene más anticlericalismo que un blog sobre libertades políticas, posición que sale sobrando a mi parecer, pero cada quien escribe lo que se le hinchan los huevos.

Personalmente, yo disfruté mucho la lectura del testimonio de la primera mujer del libro; una supuesta prostituta hechicera que confiesa haber conjurado al mismo demonio (Don Juan) para que le diera saciedad sexual:

Satanás en cambio, me abrazaba y me envolvía con sus alas, cobijándome y protegiéndome con esa ternura viril que a vuestras mercedes les falta. Sus alas son tibias y la caricia del ala unmensa en torno de mi cuerpo me daba un goce como jamás pudo darlo mano alguna. ¿Ay señores jueces, lo que es sentirse dentro de esas alas!....
Con los ojos que tiene en el falo, dice ella, me miraba por dentro "tiene completamente rojo el guardainfante", me decía, "Me recuerda a mi casa. Ya la conocerás".
Y mientras me penetraba por delante, también dábamela por detrás con la punta de su cola. Cuando yo comenzaba a gemir, clavada por delante y por detrás, él me acariciaba la punta de los pechos con sus cuernos, y después abría las alas y los dos nos alzábamos en el aire hasta que me desmayaba en sus brazos.

En capítulos subsiguientes nos narra cómo el Cid Campeador ganaba batallas ya muerto con el gigantesco pene en alto;  recrea la relación de Don Juan con Doña Inés, cuenta la verdadera historia del Conde Olinos, quien para obtener el favor de la amada tuvo que vencer sexualmente a doce contrincantes amorosas a quienes engaña en un ardid lésbico a 26 manos y 13 bocas.

Tenemos la historia de los Angeles que llegan a destruir Sodoma, y cómo rodeados de tanto placer, se dejaron llevar y compartieron el sexo angelical, que es magnífico.

En un largo capítulo, nos hace un batidillo muy divertido: una mujer que parece ser Aldonza, la protagonista de "La Lozana Andaluza de Francisco Delicado", está dando su testimonio ante el Santo Oficio, pero ella no habla en contra de Don Juan, sino de un tal Miguel Saavedra, quien está preso y algo loco por los fantasmas sexuales que se le aparecen.

Miguel, para liberar su tensión sexual, ha estado escribiendo una novela, una novela tan fantástica que la impresión ha corrido por cuenta de un personaje local, un tal Alonso, quien se ve reflejado en el escrito. Todos los días se junta la multitud en el burdel local, donde una puta desnuda lee la historia, y donde cada quien en el pueblo trata de identificarse con un personaje. Resulta que todos ríen al descubrir que Aldonza está retratada en Dulcinea.

Don Juan llega para explicarle a Aldonza una fantasía extravagante que la hará sentir bien, que la hará excitarse y entregarse al burlador: En realidad ella es un princesa raptada a una familia pobre, pero que merece toda la felicidad que su nacimiento le otorga y blablabla.

El libro nos dice que el atractivo de Don Juan no es su verga, sino su lengua; Don Juan es aquel que envuelve a las mujeres en sus cuentos, que las enaltece y las hace fantasear sobre ellas mismas, hasta que se entregan; a ellas no les importa a quién se estén entregando, aunque siempre existe la sospecha de que aquel hombre es el demonio, ellas gozan de él y después son abandonadas y condenadas a la hoguera o al sambenito o a la vergüenza pública.

Al mismo tiempo, en la vida real (la novela policiaca) el sacerdote y Laura han comenzado a sentir excitación sexual espontánea e incluso atracción el uno al otro, al tiempo que han recibido amenazas en forma de escritos y en forma de balas.

No les cuento más.........un libro con sus altas y sus bajas; yo lo he disfrutado mucho, pero reconozco que si no eres apasionado de la literatura, te quedarás con una mala novela policiaca con un erotismo apenas sugerente, y con la dificultad de saber quién está narrando en el momento. 

Este libro obtuvo un premio de "La sonrisa vertical", premio que ya había sido otorgado a otros títulos que hacen gala de distintos estilos literarios, "Eso no de Marcelo Birmajer" y "El bajel de las vaginas voraginosas de Joseph Bras"  me vienen a la mente, pero ninguno como este libro, que mezcla todos los estilos en su  narrativa y nos remite a Sherezade y ese gran libro de los libros que es "Las mil y una Noches"






Perversógrafo: sexo vaginal, anal, oral, satanismo, lesbianismo, orgías, tríos, brujería, masturbación, flagelación, sexo místico.



Me gustan sus Cuernos
Antonio Elio Brailovsky
Tusquets Editores, La sonrisa vertical 92
España, 1995
ISBN: 9788472238817
160 pág.