sábado, 31 de diciembre de 2011

Sonetos Lujuriosos de Pietro Aretino Parte 5



Soneto XI
-Abrete bien de piernas, que aprisiones
tu coño en la cara y tu culo hermoso.
Paraíso el que procura tu pozo,
coño que libera el alma y las pasiones.

Mientras yo te contemplo, ahí me llega
repentino, de besarte el capricho,
y me parece ser más bello que Narciso
en el espejo, que a mi polla alegra.

- En la tierra y en la cama corrompidos.
Te estoy viendo, putona, y si te cojo
dos costillas del pecho yo te rompo.

-Pues me cago en ti, vieja renuente,
Que por este placer pluscuamperfecto
en un pozo entraría sin perderme.

No hay abeja tan golosa de la flor
como yo del noble carajo,
y aún sin catarlo, por mirarlo me empapo.



Soneto XII
-Marte, haragán descontrolado,
no se yace así sobre una dama,
ni a Venus a ciegas en la cama,
con tanta furia y sin discreción dando.

-Yo no soy Marte, sino Ercol Rangone,
y a vos os follo, que sois Ángela Greca;
y si aquí conmigo el laúd tuviera,
mientras follo una canción os tañera,

y vos, señora mía, dulce consorte,
en el coño haríais bailar mi verga
meneando el culo y presionando fuerte.

- Sí, señor, al joder con vos me corro,
pero temo que amor me dé la muerte
con vuestras armas, pues es niño y loco.

-Cupido es mi muchacho
e hijo vuestro, y mis armas cuida para
a ti, diosa ociosa, consagrarlas.



martes, 27 de diciembre de 2011

Técnicas de masturbación de Mark Emme

Campaña contra la masturbación en América
La gula es mi segundo pecado favorito, en navideñas épocas mi país se vuelve un paraíso para la gente como yo. Pero hoy no les voy a hablar de la gula.

La lujuria ha sido sobre-satanizada por las culturas occidentales. La mayor parte de las actividades lujuriosas son tan inocentes que apenas podemos hablar de que causen daño. Y es que podemos pensar en las prácticas solitarias, las no tan solitarias y las  multitudinarias.

Al grano; de la masturbación, el mayor daño físico que  puede causar en los hombres es que, al ser una actividad egoísta y usualmente solitaria, puede hacer que no aprendamos a controlarnos y aprendamos a eyacular precozmente. Pero esto no es una consecuencia de la masturbación, sino solo de una mala técnica de masturbación.........¿Quién te enseñó a masturbarte?

Aquí tenemos un libro escrito por un profesional; "Técnicas de masturbación masculina" de Mark Emme, seudónimo del autor francés Christian Boisson-Jacob, quien en co-autoría con su esposa ha publicado algunos magníficos manuales.

Póster de la campaña en Japón
Este libro debería ser de texto en la secundaria. El libro está dividido en tres partes:


Para vencer las dificultades de erección
Masturbación prolongada
           masturbación seca
           masturbación lubricada
Eyaculación controlada

Como pueden imaginar, si bien se trata de un texto que da ejercicios prácticos para controlar la erección, para hacer más durable la experiencia y para controlar al cuerpo mediante la relajación; en le mediano plazo se trata de una técnica de control de la sexualidad valiosísima en la vida íntima de cualquier adulto.

Yo no creo que la masturbación sea mala por sí misma, mientras no haga daño a nadie, pero sí creo que todos deberían aprender a masturbarse correctamente.



EJERCICIO 13
El ejercicio que ahora se presenta es del mismo tipo de los precedentes; permite, con la condición de estar en un estado particular, obtener una erección total sin hacer que intervengan las manos.
Dicho esto, conviene aclarar que no se trata de imaginarse manco o de exagerar la importancia que tiene lo cerebral, ya que el pene no se levanta mediante órdenes a distancia. Hace falta, pues, que resulte estimulado indirectamente haciendo intervenir paralelamente las manos sobre otras partes del cuerpo, precisamente sobre las zonas erógenas secundarias, pero de especial importancia, es decir, los senos y el ano.
Campaña contra la masturbación en Europa
Comienza así este ejercicio: acuéstate sobre el dorso, con la pierna izquierda distendida y la derecha replegada sobre aquélla; el pene queda así comprimido en su base entre ambos muslos; el glande resulta liberado del prepucio y emerge sólo en la intersección. Incorpórate apoyado sobre el codo izquierdo de modo que el torso se disponga en una inclinación de cuarenta y cinco grados con respecto al plano de la cama.
Con mucha rapidez el glande adquirirá un color púrpura como consecuencia de la estrangulación de su base.
Comprime y afloja los músculos pelvianos. Sin mover la pierna izquierda, lleva hacia delante la rodilla derecha sin despegar los muslos. En este momento es cuando hay que contraer los músculos pelvianos; este movimiento se apoya masivamente sobre el cuerpo de la verga, la cual experimenta una fuerte presión por todos lados.
Al estirar la rodilla, propulsa hacia dentro el vientre para tensar la cincha abdominal.
Cuando el muslo vuelve a su sitio, como consecuencia de la retirada hacia atrás de la nalga derecha, los riñones se ahuecan y parece que el pene desapareciese entre los muslos.
A cada nuevo empuje de la rodilla hacia arriba y hacia abajo, ésta aplasta con mucha fuerza las masas de los muslos entre sí.
A partir de este instante puedes aumentar considerablemente la sensación de bienestar y de placer estimulando la punta de los senos con cada una de tus manos. Humedece los dedos mayores, gira alrededor de las aréolas, con delicadeza y rapidez y luego con mayor presión y más lentitud; con golpes incisivos emplea alternativamente tus uñas.
Acelera la cadencia de los lomos, con los ojos constantemente atentos al glande, que se vuelve francamente turgente, lo que aumentará la excitación. A partir de ese momento no desearás otra cosa: continuar aún durante largo tiempo de este modo, dándote un placer que puedes dominar por completo. Ni siquiera tendrás deseos de gozar.
Esta sensación es intensa, aguda, permanente; no deseas masturbarte y tienes la impresión de que la eyaculación no puede sobrevenir.
Póster de la campaña en Inglaterra
Si te complace estimular tu ano, ello resulta muy cómodo con los dedos dela mano derecha, mientras que la izquierda prosigue con la excitación del seno izquierdo.
Puedes hacer variar la intensidad de tus sensaciones y tomarte un respiro de recuperación dejándote caer sobre la espalda, manteniendo las piernas en la misma posición, los movimientos son todavía más amplios y la base de tu pene resulta más comprimida. Puedes cambiar de lado, alternar, volver a empezar.



No he utilizado de este libro ninguna técnica que no conociera antes, pero definitivamente se ven muy interesantes y útiles. Debería ser incluido como libro de texto en un curso prematrimonial.












No les miento, éste libro lo encontré en la red. Si lo ven, cómprenlo, las esposas de sus hijos se los van a agradecer.


Técnicas de masturbación para el hombre
Mark Emme
Editorial Martinez Roca
Barcelona, 2000
ISBN: 9788427025745
192 págs.






viernes, 23 de diciembre de 2011

Papiro erótico de Turín, escena 3

La mujer que levanta las piernas hacia el cielo.

Una mujer está sentada en un alto taburete, sosteniendo sus piernas con el brazo izquierdo, sus pies están a la altura de la cabeza de su compañero. Con su mano derecha sostiene un pene de tamaño ¡Ay wey!
Debajo de la silla, hay un frasco, quizá perfume, y un sistro, instrumento de la diosa Hator y relacionado con el amor.
Un tipo calvo y feo hace como que ayuda a su compañera. El hombre tiene unos testículos enormes, comparados con otras figuras de la serie. El hombre fija la mirada en la pareja de la imagen 2, como si se excitara al verlos.
El texto dice:

Thot (dios de la literatura y el arte) vio cómo ella se las apañó sola. Le hace penetrar en sus profundidades como lo hizo con los demás ... Estoy temblando de pasión 
Te daré más placer del que nunca hayas experimentado. 
No temas ¿Es que acaso puedo causarte daño?
Empuja hacia adentro y no mires hacia atrás. Ven hacia mí por delante o por detrás y tu placer aumentará...Has insertado en mi interior tu desmesurado falo ... ¿Cómo podré continuar siendo una mujer decente después que me hayas clavado esa vara?


martes, 20 de diciembre de 2011

Sonetos Lujuriosos de Pietro Aretino Parte 4



Soneto IX

-Tienes la verga en el coño y ves mi rabo,
y yo veo tu culo cómo está hecho.
-Mas podrías decir que no estoy cuerdo,
porque donde tus pies tengo las manos.

-¿Asi crees poder entrar?, ¡vamos!,
un bestia eres, y no lo lograrás
porque el follar mejor encontrarás
cuando ambos nuestro pecho juntamos.

-Yo os quiero follar con maña, comadre,
y el culo mil veces acariciar
con dedos, polla y lengua fornicar,

que vais a sentir un placer, hermosa
un no sé qué más dulce que el rascar
de duquesas , las reinas y las diosas

Al final me diréis una cosa:
que es estas ceremonias soy un misterio,
más tengo la polla pequeña y desespero.



Soneto X
-Me perdonarás, pero en culo la quiero.
-Señora, no quiero cometer tal pecado,
porque esa es vianda de prelados
que para siempre el gusto han perdido.

-Vamos, métela aquí. -Que no. -Que sí.
-¿Por qué? , ¿no se usa ya el otro lado,
o sea, el coño? -Sí, pero es más grato
por detrás que por delante la verga así.

-De vos dejarme quiero aconsejar.
Vuestro es el carajo, y si así os place,
como a carajo le debéis mandar.

-Aceptado, mi bien, métela de lado:
Por aquí, así, y no te corras todavía,
Oh verga, buena amiga, oh verga santa.

-Metétela toda entera
-Ya ha entrado toda dentro ¡qué placer!,
y así quisiera estar sentada un año.



sábado, 17 de diciembre de 2011

Escritos pornográficos de Boris Vian

Ya antes había comentado que Boris Vian es uno de mis autores favoritos; con sus absurdos cuentos, su comicidad apenas insinuada y su leve erotismo, sus libros me parecen geniales.

Boris Vian (1920-1959) fue un genio polifacético, o un payaso provocador.....quizás las dos cosas; adicto al jazz, dramaturgo procaz, antimilitarista subversivo en época de guerra, ateo y enemigo de convencionalismos. Quizás no fuera un genio sino que sólo murió joven.

Este curioso libro es una recopilación tardía (moderna, de hecho, 1980) de varios de sus escritos: una primera parte que contiene las anotaciones de una conferencia que escribió, y una segunda parte con algunos textos que publicó en distintos medios.

Aunque Vian dictó innumerables conferencias, solía hacer sus conferencias de memoria y sin apuntes, por lo que no se conservan. Su presentación es divertida antes que una disertación formal, está estructurada para la controversia.

El ensayo que se llama "Utilidad de una literatura erótica" y nos muestra a un  Vian erotómano y bibliófilo que yo desconocía. Vian comienza por intentar definir qué es la literatura erótica, en qué se distingue de la pornografía o de la literatura tradicional y por último intenta explicarnos para qué sirve la literatura erótica......su conclusión es un supremo acto de socarronería, ya que llega a la conclusión que la literatura erótica no existe.

El primer inmolado es Sade, de quien rechaza sus escritos como literatura erótica, principalmente porque no son literatura y en segundo lugar porque no es erótico, sino sádico; más interesado por organizar las orgías que por describir el lado erótico. De sus obras nos dice que deberían estar prohibidas por razones literarias, que no morales.

Respecto a las prohibiciones nos dice que son muy perjudiciales, pero que es más perjudicial la falta de imaginación en el género erótico, o la falta de obscenidad.

Con ese precedente, se lanza de plano por definir la utilidad de la literatura erótica; nos dice que el erotismo le parece similar a las drogas, que llenan un vacío y una necesidad en aquellos que no tuvieron una prima de 16 años; que si el erotismo fuera libre y no te llevaran a la cárcel por enchufarte con cuanta chica se te ocurriera, las drogas perderían su papel en la sociedad, así como la literatura erótica.

Vian nos dice que la literatura no cambia a las personas, que las personas leen lo que quieren y responden como quieren a lo que leen; que una obra puede ser erótica para una persona y para otra no, como un catálogo de zapatos pudiera caer en una definición literal de la literatura erótica para el fetichista adecuado.

Para él, no existe la literatura erótica,  porque toda literatura es erótica. Todo depende del lector. Hay buena o mala literatura, nada más. Nos dice que la descripción de un árbol puede ser tan erótica como la descripción de un acto sexual........el autor llega a la negación del erotismo y entra de plano en el "pansexualismo".......bueno........así es Boris Vian.


«Leer libros eróticos, darlos a conocer y escribirlos es preparar el mundo del mañana y abrir la senda de la verdadera revolución».

En la segunda parte, tenemos varios textos en verso y en prosa; textos llenos de imaginación que casi ejemplifican ese pansexualismo del que hablábamos: pepinos pidiendo ser consoladores antes que comida; un tubo de pasta dental sobre un cepillo, que nos transporta hasta un cardenal sodomizando niños; un amante que escribe el nombre de su amada en todos lados.....con esperma; una descripción de lo peligrosas que son las vaginas, súcubos vampiros y otras lindezas.


La actividad del vampiro continuaba alrededor de mi vientre y, no sé cómo, con ayuda de un quiebro que debí de hacer sin darme cuenta, me lamía los bordes del ojete con una lengua puntiaguda y ágil como la cabeza de una serpiente. Ese contacto hizo que mi verga flácida recuperase vigor.Un último estirón del tallo que yo mamaba con avidez me advirtió de un cambio repentino y la boca se me llenó de cinco o seis chorros de un esperma suculento, cuyo sabor a lejía pronto daba paso a un aroma discreto a trufa. Sin darme tiempo a tragarlo todo, el vampiro, de pronto, se dio la vuelta y su boca se pegó contra la mía, explorando mis encías y mi gaznate para recuperar los pocos filamentos que aún quedaban. Entre tanto, mi sexo invadía un pasaje angosto, tórrido y suave, mientras una mano ligera, alcanzaba mi ano, donde introducía un falo aún tímido pero que se afirmaba con cada sacudida, enloqueciéndome con los más ardientes e inesperados arrebatos.Luché por volver en mí, y me dio tiempo a pensar que por fuerza estaba soñando, pues la vagina que un momento antes se abría entre el ano y los testículos, ahora se encontraba encima de la verga y seguía dándome gusto.

Todo el libro debidamente ilustrado por Manuel Alcorlo.



Perversógrafo: juguetes sexuales, sexo vaginal, oral, anal, vagina dentata, súcubos, pedofilia y mucha imaginación.

Escritos pornográficos
Boris Vian
Rey Lear.
Madrid, 2008.
ISBN: 9788492403189
128 Pags.



martes, 13 de diciembre de 2011

Sonetos Lujuriosos de Pietro Aretino Parte 3


Soneto VII
-¿Por dónde os la vais a meter?, responde,
¿por delante o por detrás? Quiero saberlo.
-¿Por qué? ¿es que , estarias molesto
si en el culo me la clavo?, mi conde.

-No, señora. Es porque el coño sacia
tanto a la polla que da poco placer.
Mas así lo hago yo por no parecer
un fraile Mariano, verbi gratia.

-Pues si la polla entera en el culo deveras
como anhelan los grandes, me contento
de que con el mío hagas lo que quieras.

-Agarrala con la mano y metela dentro,
que tanta utilidad para el cuerpo encontrarás
como los enfermos el alimento.

Y yo tal gozo siento
al sentir mi verga en la mano tuya,
que pronto moriré si ahora follamos.




Soneto VIII
-Ha sido menuda tontería,
cómo follarte elegir pudiendo,
la polla en el coño estar metiendo
cuando tu culo no me negarías.

Que conmigo acabe mi genealogía,
por detrás quiero meterla muchas veces,
pues el ano y la raja son diferentes
como el vino aguado y el malvasía.

-Fóllame y haz conmigo lo que quieras
por el coño y por el culo ¿qué importa
por dónde tú hagas tus tretas?;

Hay en mi higa y en mi culo tales fuegos
que ni pollas de mulos, bueyes y asnos,
pueden un poco calmar mis ruegos.

Un calzonazos serías
si lo haces a la usanza antigua;
Si yo fuera hombre, coños nunca querría.


sábado, 10 de diciembre de 2011

Papiro erótico de Turín, escena 2

El rey galopa hacia el placer


Para mi gusto, la mejor escena de la serie, también la mejor lograda artísticamente:
Es la única escena que pudiera confundirse con una de exterior en lugar de un lugar privado: un hombre penetra a una mujer sobre un carro de guerra, lo que pudiera indicar que todo el papiro se refiere a alguien de la realeza.
Sin embargo parece que se trata de una fantasía erótica; el hombre aparenta disfrutar de una fantasía erótica sintiéndose en un carruaje real.
Una mujer se inclina para ofrecerse al hombre, quien la penetra de puntillas; con la mano izquierda toma a la mujer de la peluca, como si se tratara de las riendas de un carruaje; en su mano derecha el hombre sostiene un sistro, instrumento ligado a la diosa Hathor del amor.
La mujer de grandes pechos (poco común en el arte egipcio) voltea hacia atrás mientras se sostiene de las riendas y sujeta una planta cuyo significado desconocemos. Hay un mono negro subiendo por el carruaje, un mero símbolo lujurioso.
Uncidas al carro, dos adolescentes desnudas mueven el carruaje arriba y abajo para simular el paseo, mientras un extraño enano con un maletín y un falo enorme las azuza desde su limitada estatura.



martes, 6 de diciembre de 2011

Las damas Galantes de Pierre de Bourdelle

"La Historia" es una señora muy extraña. Pierre de Bourdelle, señor de Brantome (1540-1614) tiene una biografía bastante gris: Historiador, biógrafo y militar, aventurero y escritor que no destacó ni como escritor, ni como militar ni como nada de nada.

El señor era cogelón y alocado, pero tampoco puede decirse que destacó en eso; hereda bienes eclesiásticos que no le interesaban, así que se hace militar y se codea con grandes personalidades, pero parece que el combate no era lo suyo. Tras su servicio militar, se dedica a seguir a la corte y a parcharse a las mujeres ajenas, a la política y a otras suciedades.

Un día se pone tan tremendo madrazo al caerse del caballo, que tiene que retirarse de la vida cortesana, situación que lo aburre sobremanera. Para matar el tiempo decide ponerse a escribir sus escandalosas memorias.

El señor tiene entre sus memorias lo que se conoce como "la novela de las Damas Galantes", la cual no es ni una novela, ni una crónica, ni una serie de cuentos ni una recopilación, ni unas memorias ni nada que se le parezca. Las damas galantes vienen siendo un largo monólogo.



Una hermosa y honesta viuda de treinta años, que deseaba solazarse con un caballero, o mejor dicho, atraerle al amor, al ir cierto dia a montar a caballo se le enganchó el faldón del abrigo en un clavo y dijo al gentilhombre:
-Mirad lo que me habeis hecho, amigo mío; me habeis roto el delantero.
-Lamentaría haberle hecho daño - contestó el gentilhombre - pues es demasiado bonito y hermoso
-¿Cómo lo sabeis , si no lo habeis visto?
-¿Vais a negarme que  lo vi cien veces cuando erais niña y os levantaba la falda para contemplarlo siempre que me placía?
-Bien, pero entonces era un joven adolescente imberbe, que ignoraba lo que valía. Ahora tiene barba, es irreconocible y vos lo ignorais.
-No obstante -insistió el gentilhombre - sigue en el mismo sitio que entonces, sin haberse movido. Creo que lo encontraré en donde estaba.
- Sí, efectivamente sigue en el mismo lugar, pero mi esposo lo movió y agitó más que Diógenes a su tonel.
- Lo imagino - comentó el caballero - ¿Y qué hace ahora sin movimiento?
- Lo que un reloj de torre sin montar.
- Andad con cuidado - dijo el otro - no vaya a ocurrirlo lo que a esos viejos relojes, pues si no se les montan sus resortes, se enmohecen con el tiempo y terminan por ser inútiles.
- Todas las comparaciones no son iguales - objetó la dama - pues lo resortes del reloj en el que pensais no pueden enmohecer, y siempre son buenos, montados y sin montar, a la hora que sea.
- Permita Dios que cuando llegue el tiempo y la hora de montarlo pueda ser yo el relojero.
- Cuando llegue ese día y esa fiesta, no vamos a desaprovecharla y tendremos una buena jornada de trabajo.


Sus memorias no son una fuente histórica fiable del periodo que le tocó vivir, pero su manera de escribir tiene una candidez muy interesante. Su escritura es desparpajada, sin orden estricto; es como si una persona con una leve intoxicación etílica comenzara a platicar sobre sus conquistas y sobre chismes de otras personas (como un borracho necio, pues)

Lo que vemos al leer en sus libros es un retrato desvergonzado de la vida en las cortes y sus cochinadas. El punto es que el autor no hace juicios sobre las personas de las que habla, antes bien explica su comportamiento y hasta disculpa las infidelidades y trapicerías.

Se supone que parte de su inspiración podría haber venido de "El heptamerón" de Margarita de Valois, de cuya corte fueron parte su madre y su abuela (la de Pierre, no las de ustedes, se entiende) Pierre no tiene pretensiones políticas ni filosóficas, su escritura es simplemente un pasatiempo.

"Bueno", dirán ustedes, "ya estuvo de críticas", parece ser que no tengo otra cosa qué hacer que criticar a una pobre víctima aburrida de machucamiento caballil, el punto es que siento que la historia es una señora muy extraña porque para alguien que nunca destacó y cuyos escritos históricos ni siquiera son fuente fiable, encontrar 400 años después un par de sus libros que cuestan tanto dinero, es al menos irónico.

Con todo lo gris de su autor, tiene una lectura ligera, trivial y divertida, es un libro recomendable si lo consigues a un precio que no sea un insulto.




Perversógrafo: Sexo vaginal, adulterio, voyeurismo, sodomía, masturbación, violación anticlericalismo.


Las damas Galantes
Pierre de Bourdelle, señor de Brantome
Ed. Arcopress
ISBN: 8496632121

Mujeres que hacen el amor y sus maridos cornudos
Pierre de Bourdelle, señor de Brantome
Ed. Arcopress
ISBN: 8496632253

sábado, 3 de diciembre de 2011

Papiro erótico de Turín, escena 1

La postura de Nut


La mujer adopta en esta escena la postura en que se acostumbraba representar a la diosa Nut, deidad de la bóveda celeste y esposa de Geb, el dios de la tierra.
Completamente doblada hacia adelante, ofrece su trasero a un hombre con un gran falo que la penetra por detrás. Ni lo intenten, la posición es imposible.
Ella trae peluca con una flor de loto, collar brazaletes, pectoral y un cinturón; los mismos ornamentos que todas las mujeres portan en las escenas, lo que pudiera simbolizar damas de alta clase social. Si el hombre existiera, su falo mediría 65 cm de longitud. El descuido de su barba parece indicar que es un simple obrero (calvo además). Parece estar cargando un saco que le sirve de contrapeso para mantener la posición.
La inscripción dice "Suelta las ataduras que me pusiste", se supone que para lograr esa posición, ella debió ser atada de algún modo.
Ibn Jaldun, el libio (un wey que describió la sexualidad de los egipcios) explica en su libro la postura de "la mujer tomando sus tobillos", describiendo exactamente esta posición, diciendo que se puede utilizar un  cinturón para ayudar a la pareja a mantener la postura.