lunes, 31 de diciembre de 2012

Feliz año nuevo


¿Alguien sabe de qué color se debe poner uno la ropa interior para tener mucho sexo en 2013? Se supone que el rojo para el amor y el amarillo para el dinero, pero bueno, digamos que a uno se le antojan otros calzones.

Trato de recordar el color de calzones con el que recibí el 2012 y no puedo. Este año ha sido muy intenso en trabajo (de más), muy bueno en lo económico, pero sobre todo, digamos que hubo un par de nuevas experiencias (nuevas para mí, porque en este asunto nada es nuevo) que rondaban mi cabeza hace años y que se lograron este año........y quizás se deba a algunos calzones de la suerte (o calzones de especialidades......o calzones "gourmet") que desde el fondo del cajón esperan a ser usados esta noche.

Mientras trato de recordar, les dejo un chascarrillo sobre el año nuevo.....bueno, sobre el Rosh Rashanah, pero aún así es bueno:

—Ahora que acaba de pasar el Año Nuevo judío —dijo Gilheeny—, me viene a la cabeza la maravillosa historia de una criada irlandesa que entró a trabajar para una familia judía, ¿la conoce?
No, no la conocía.
—¡Ajá! Bien, pues es una agradable mujer irlandesa que busca trabajo en una casa judía por las fechas de Rosh Rashanah, el Año Nuevo judío, y pregunta al portero que qué tal es el empleo que ofrecen. «Bien», dice el hombre, «es un buen trabajo, querida. Celebran todas las fiestas; por ejemplo, en el Año Nuevo dan un gran banquete familiar, y el cabeza de familia se levanta ante los comensales y, en señal de gratitud, toca el shofar». Entonces a la criada se le encienden los ojos y dice: «¡Se la chupa al chofer! ¡Joder, tío, pues no tratan poco bien al servicio en esta casa...!»
La casa de Dios, de Samuel Shem 

Bueno, cada quien se la chupa a quien le parece mejor, pero yo les deseo en este 2013..........mucho sexo, del bueno.

Salud

miércoles, 26 de diciembre de 2012

A los pies de Omphalos de Henri Raynal

Una vez, llegué a casa y mi padre estaba viendo una película en la que un monstruo perseguía a una muchacha. Cuando la chica se encerraba en el baño, el monstruo caía al suelo y se "quebraba" en cientos y cientos de pequeños demonios que pasaban por debajo de la puerta.
Después de reír un buen rato, pregunté a mi padre porqué veía una película tan mala.
--Sólo quiero ver cómo le van a hacer para ponerle un final.

Bueno.........hay historias así y esta es una de ellas. ¿Qué tenemos aquí?

Un libro erótico, sobre un sumiso y una mujer a la que le gusta humillar a los hombres. Una historia donde no hay sexo. ¿Puede un libro llamarse erótico si no tiene sexo? Si, si se puede.

Cuando un anciano caballero muere, deja su herencia a la criada en lugar de heredar a su sobrino (el sobrino del carcamal, no el de ustedes.....vamos a llamarlo Luc) La criada, Matilde, es joven y bella, pero bastante huraña con los hombres, casi indiferente a ellos. El desheredado sobrino, más joven que ella, la ama en secreto desde hace años.

En unas cuantas páginas, Luc pasa de quedarse un par de noches en la casa del tío a ser el sirviente de la antigua sirvienta. Matilde pasa de ser la sencilla criada a la malévola ama del muchacho, a quien golpea y esclaviza como una venganza contra todos los hombres que la han deseado (Que han deseado a Matilde, no a usted......bueno, ya van entendiendo).

Primero te piden una les lleves el desayuno, luego ya te golpean por cualquier cosa, y al último terminan por prohibirte la salida de casa. Suena como cualquier matrimonio, pero la historia apenas comienza, porque resulta que Matilda, ahora rica y sofisticada, contrata a Lina, una malvada criada a quien Luc debe obedecer ciegamente.

Lina, inicialmente se asusta del trato tan indigno que le dan a Luc, pero pronto aprende a sacar placer de la situación, y participa activamente en los castigos. Un día Luc se atreve a besar a Matilde, quien monta en cólera y lo ata desnudo en el desván. Lo deja suspendido toda la noche.



La voz breve de Matilde lo sacó de su contemplación.
—Tráigame una cuerda, rápido —ordenó a Lina.
Y en cuanto la criada regresó:
—Ven aquí, esclavo mío —dijo, quitándose los guantes.
Luc se levantó. Ella cogió la cuerda que le tendía Lina, hizo que Luc pusiera las manos a la espalda, las tomó y las ató. En el momento de ese contacto, de esa apropiación un estremecimiento recorrió a Luc de la cabeza a los pies.
Matilde le volvió a exigir que se pusiera de rodillas.
—Vamos —le ordenó a Lina—, pero no se aleje.
Se separó de Luc, lentamente, retrocediendo. Una extraña sonrisa, segura, amplia y contenida al mismo tiempo, flotaba en sus labios.
Luc la vio descalzarse, levantarse, llevarse las manos a la espalda, desabrocharse el vestido, liberar los brazos. Se lo arremangó y se lo quitó deslizándolo por encima de la cabeza. Su sonrisa se volvió más cruel, sino soberbia, lasciva, tiernamente incitante, despectiva.
«¡Mira!» parecía decir, «aquí tienes al despojo de la muñeca, ahora se convierte en mujer y se emancipa, ¡conténtate con ese trapo!» Con un gesto negligente, Matilde tiró su vestido a la cabeza de Luc.
……
Hela aquí desnuda, con esa desnudez integral, de una sola pieza
que ya nada eclipsa, recipiente de luz oculto, y surgido de pronto del apagador. ¡Desnuda, pero nada friolera ni timorata; acompañada, revestida de la majestad adormecedora y belicosa de su éxito total!
Baila.
Luc olvida hasta qué punto fue humillado. Y también el fracaso de su prematuro impulso, que reventó como un cohete demasiado breve e inútil.
Sigue con la mirada a esta Eva nacida en su presencia, parida en su presencia, extraída de su ganga, aún más hermosa de lo que suponía, con ese pecho a la vez levantado y zambulléndose hacia él, esa ternura densa y maliciosa, ese mármol viviente y luminoso bajo la lluvia y las llameantes lenguas de los cabellos, esa blancura sabrosa en la que bebe, arrodillado, encorvado, como bebería de un astro, de una fuente.
Matilde se detiene, se le acerca de puntillas, lo hace levantar. Lo
empuja en dirección al cuarto de baño. En el centro de la habitación, sobre el embaldosado, coloca una cuba; se mete en ella, y, tras haber desatado las manos de Luc, le indica con el dedo el calentador de agua, la jarra, el jabón y la esponja.
Temblando de emoción y de deseo, Luc se le acerca. Cubre de agua el cuerpo de su ama, oprime la esponja sobre las curvas principescas, esparcidas, sobre la tibieza de su carne hostil; modela su cuerpo, su pecho melodioso, lo pule como un escultor vencido por su obra, ya impotente ante ella.


Una vez que Matilde vende la casa en la ciudad, se mudan al campo. Luc ya es un esclavo, que tiene obligación de limpiar, una bestia a la que se le puede ofender porque no tiene dignidad, se le puede pedir que se quite la camisa para ser azotado, se le puede encadenar o suspender de cadenas por el gusto de hacerlo. Luc sólo es hombre cuando escribe, escribe sus sueños llenos de poesía

Ya en este momento, no se le golpea como un castigo, se le azota solo para matar el tiempo. Lina resulta una perra peligrosa, una mujer cruel a la que le gusta mentir para provocar el castigo. Matilde está tan ocupada en su nueva vida social que le traspasa la custodia a Lina, quien lo maltrata sin darle siquiera un aliciente erótico.

Un masoquismo extraño, porque él mismo sabe que sin el amor de Matilda, la sumisión a Lina no tiene ningún sentido, pero aún así "aguanta vara"......y es aquí donde uno se pregunta: ¿Bueno y cómo le va a hacer este cabrón para terminar el libro?

Matilde ve el masoquismo como dignidad de Luc, Lina lo quiere suplicante....lo quiere destruir.

El libro termina. Termina aceptablemente bien y con un argumento psicológicamente creíble.






POST: efectivamente el que no terminó bien la descripción fui yo, no Raynal ni la película de los pequeños demonios.

El libro es bastante interesante, aunque creo que imposible de encontrar;  tal vez haya por allí alguna versión en electrónico.....no se si completa.

Para Matilde, la dignidad con que Luc lleva su esclavitud es de admirarse. Lina quiere destruir incluso aquello que todavía lo identifica como un humano: sus diarios (Los de Luc.....bueno, ya entienden ;) Luc ya no está contento con que Lina sea quien se responsabilice de él sin siquiera darle algo a cambio.

En el desenlace, Lina le propone a Matilde que venda a Luc a una vecina que lo desea. Matilde se siente ofendida por la propuesta, y Lina le explica que ella se siente así porque en el fondo tiene sentimientos por el esclavo.

Luc escucha que lo quieren vender y, aunque aterrorizado, decide que no reaccionará.

Entonces....¿Lo venden a la vecina o Matilde reconocerá que lo ama?

¿Si te digo que el libro contiene ambos finales aún así suena extraño? Bueno, pues los tiene, un final resulta ser un un sueño y otro.......aparentemente también.



Perversógrafo: Sumisión, dominación, esclavitud, bondage, castigos, masoquismo.




A los pies de Omphalos
Henri Raynal
Tusquets, Editores
La Sonrisa Vertical SV 6
España, Mayo 1978
ISBN: 978-84-7223-306-5
178 págs.





lunes, 17 de diciembre de 2012

Waldeck (I Modi) Cuarta parte

En los grabados originales de Marcantonio Raimondi,
Esta era la última posición.
Antes de pasar a los siguientes literotismos, uno de ellos excepcional,  gano algún tiempo dejándoles unos grabados. En posts anteriores les decía que Waldeck me parecía un impostor. Ahora que he tenido tiempo de leer un poco más de él me parece un mercenario soñador que vivió tiempos de cambio, descubrimientos y saqueos. Donde la ciencia estaba tratando de dar una explicación a las glorias pasadas que la arqueología apenas comenzaba a descubrir.

Existe alguna referencia sobre el libro original del Aretino, donde establecía erróneamente la existencia de 20 grabados en el libro de los sonetos lujuriosos. Waldeck retoma ta aseveración y publica sus 20 grabados; bellos y mayormente fieles al original; aunque ya al final, agrega 4 grabados que nunca existieron.

Waldeck, posición 17

Waldeck, Posición 18

Waldeck, Posición 19

Waldeck, posición 20

viernes, 7 de diciembre de 2012

Duraznos contra el estreñimiento

Me encuentro una coincidencia muy curiosa. En 1879, en plena represión Victoriana, se editaba clandestinamente una revista llena de groserías y pornografía desde el mismo Londres: La famosa revista "La perla"

Pierre Louÿs nace en 1870, así que no puede ser autor del siguiente texto en la revista:

NEW INVENTION
A new patent shoe-horn, for the insertions of big pricks into tight bum-holes, is reported to have been invented by a lady member of the Comedie Francaise, who is said to place the half skin of a peach, turned inside out, upon the tip of a lover's penis, before he is allowed to enculer his chere amie, who prefers bum-fucking to the old orthodox plan of coition.


EL ÚLTIMO INVENTO
Informan que existe una nueva patente de calzador para poder meter grandes pollas en apretados ojos de culo; la misma ha sido inventada por una dama que pertenece a la Comedie Française. También nos dicen que el tal invento consiste, según lo practica su inventora, en colocar media piel de un melocotón, vuelta para arriba, sobre el capullo de la picha de su amante, antes de permitirle que le dé por culo a su querida amie, quien prefiere un buen polvo por detrás, que no la ortodoxa y antigua jodienda por delante.
La Perla no. 4, Londres, Oct 1879

Lo que me parece extraño es que uno de los apuntes posteriores de Pierre Louys, en el inconcluso libro  "Manuel de Gomorrhe" es tan similar que supongo que "casi" es una referencia. Cabe suponer que aunque hoy sea relativamente fácil encontrar un ejemplar de la revista, en los tempranos  1900 no debe haber sido tan sencillo. ¿Casualidad?, ¿Leyenda urbana como aquella del coño de las orientales?
No tengo idea.

Le procédé le plus parfait semble être de coiffer le gland avec une peau de pêche retournée, qui favorise le passage du membre dans le sphincter sans laisser après lui aux parois l'enduit trop glissant de la vaseline.

El procedimiento perfecto, parece ser el de encapotar el glande con una piel de durazno vuelta hacia dentro, esto favorece el pasaje del miembro por el esfínter sin ser tan resbaladizo como la vaselina.
Pierre Louÿs ,  Manuel de Gomorrhe



lunes, 3 de diciembre de 2012

El mono y el consolador


¿Quién dice que la literatura erótica no puede ser educativa?

Existen fábulas que pueden ser de gran valor, profunda filosofía y fuente de reflexión (in)moral:

EL MONO Y EL CONSOLADOR
Un cachorro de mono que había visto cómo su dueña llenaba el consolador con crema, esperó hasta que ella hubo acabado de usarlo, pues había recibido una llamada de fuera.
—Bien —dijo el mono—, ahora me despacharé la crema.
Y empezó a chupar el consolador. 
Pero la dama había contraído sífilis y el mono terminó muriendo entre convulsiones.
La moraleja de esta fábula es que habiendo pollas tan hermosas para qué gastar el tiempo chupando consoladores tan apestosos.

De la Revista la Perla VI, anónimo de diciembre 1879.